El argentino, ocho veces laureado con el Balón de Oro y que padece una lesión en el isquiotibial, permaneció en el banquillo durante todo el encuentro, disputado el domingo y en el que su equipo venció por 1-4.

Pero los 38.323 espectadores que habían pagado un mínimo de 115 euros, y en muchos casos hasta cinco veces más, por ver a su ídolo en acción quedaron muy decepcionados.

Desde la grada, el público coreó "¡reembolsen!" y profirió abucheos hasta final.

El Gobierno de Hong Kong declaró sentirse "extremadamente decepcionado" y amenazó con retirar los 1,9 millones de euros de financiación pública al organizador del evento, Tatler Asia, un medio especializado en moda y estilo de vida.

Un intento frustrado

"Una de las principales condiciones de nuestro acuerdo de financiación con Tatler Asia era que Leo Messi participara en el partido durante al menos 45 minutos, salvo por razones relacionadas con su estado físico y su seguridad", declaró Kevin Yeung, secretario de Cultura, Deportes y Turismo en Hong Kong, este lunes en rueda de prensa.

"Ayer, antes de que empezara el partido, (...) Tatler Asia reafirmó que Messi iba a jugar en el segundo tiempo", explicó.

Según continuó Kevin, el Ejecutivo local intentó negociar con el organizador al ver que el atacante, de 36 años, no salía al campo al inicio de la segunda parte.

El gobierno pidió que se "estudiaran otras soluciones, como que saliera al campo para saludar a sus seguidores y recibir el trofeo", indicó Yeung. "Desafortunadamente, como ven, esto no funcionó", concluyó.

Las estadísticas del choque están disponibles en Flashscore.