Era el más difícil todavía y contradecir a todas las estadísticas y datos que no hacían presagiar una victoria visitante. España tenía que hacer algo que no hacía desde 1934: ganar a Portugal en su casa en partido oficial. Además, los últimos cinco encuentros entre las selecciones ibéricas habían terminado en empate (desde la victoria española por 1-0 en octavos de final del Mundial de Sudáfrica de 2010). Y en una competición, la UEFA Nations League, en la que la selección había perdido hasta hoy el 29,4% de los partidos y tan solo había ganado dos de sus siete encuentros a domicilio.

Pues todo esto se fue al garete en el momento de la verdad, cuando el balón quema en los pies, aunque no así a los jugadores españoles. En el minuto 88, Dani Carvajal (30) recibió en balón en línea de tres cuartos, centró al segundo palo a Nico Williams (20) este se la dejó de cabeza a Álvaro Morata (29) para que remata a placer desde el área pequeña. Un gol que significó la clasificación para una Final Four que España disputará por segunda ocasión consecutiva el próximo mes de junio.

Pero no fue nada fácil. 

Como era de esperar teniendo en cuenta el estilo de juego de ambos equipos, fue España quien tuvo una mayor posesión del balón en los primeros minutos del partido, aunque sin crear problemas a la zaga portuguesa salvo una ocasión que llegó, eso sí, de una presión alta en la salida de balón lusa que propició un robo español en el pico del área defendida por Diogo Costa. El esférico llegó a Pablo Sarabia, pero no estuvo rápido y su disparó chocó con el defensor. La posesión española fue tan estéril durante la primera mitad que la mejor ocasión no llegó ni siquiera de un disparo a puerta sino de un mal centro de Ferran Torres que se fue por encima del larguero por poco.

Por su parte, las órdenes de Fernando Santos a sus pupilos parecían claras: tener un juego mucho más directo que el español, obviando pases innecesarios y tratando de llegar al área de Unai Simón (25) como puñales lo antes posible. Fruto de ello fueron las ocasiones en el minuto 32, cuando Diogo Jota recibió un balón en el área, recortó a la defensa y se sacó un buen tiro que consiguió despejar a córner el meta del Athletic, y el zurdazo espectacular desde fuera del área de Bruno Fernandes en el 37 que medio estadio cantó como gol de lo cerca que estuvo de entrar en la portería.

Todo cambió con los jóvenes en la segunda parte

Al descanso, Luis Enrique se dio cuenta de que había perdido ya no solo el control del partido, que había sido de Portugal en todo momento, sino también, por momentos, de la posesión, y por eso metió a Sergio Busquets por Hugo Guillamón, colocando entonces a Rodri de central. Pero la segunda parte no comenzó mucho mejor, puesto que antes del segundo minuto, Cristiano Ronaldo se quedó solo ante Simón tras una pérdida de balón de Carvajal, pero el vasco estuvo seguro en el mano a mano y le tapó todos los huevos posibles al de Madeira.

La selección seguía sin dar con la tecla, pero entonces llegó el momento de los jóvenes. Para la última media hora del choque, el técnico asturiano optó por meter una dosis extra de frescura en el terreno de juego, entrando Pedri (19), Gavi (18) y Yeremi Pino (19) por Koke, Carlos Soler y Sarabia primero en el minuto 60, y Williams por Torres en el 73.

A partir de ahí, todo fue diferente y muestra de ello es que el primer disparo a puerta de los chicos de Luis Enrique se produjo en el minuto 70, aunque poco antes Rúben Dias tuvo en sus botas el gol para Portugal, pero Carvajal, aunque en semifallo, sacó desde el área pequeña un balón que iba destinado a ser gol.

Sabiendo que era o todo o nada, la selección empezó a crear todo el peligro que no había creado anteriormente y la primera ocasión clara fue de Morata en el 76, con un disparo con la pierna izquierda desde fuera del área que acabó en córner.

Tras el gol de Williams, a la selección lusa obviamente le entró la prisa e intentó conseguir el empate que les habría hecho ser campeones de grupo, pero dichas prisas provocaron imprecisiones y tan solo crearon una ocasión clara, pero ahí estuvo de nuevo Simón, que terminó por desesperar a Ronaldo en el minuto 90 cuando se vistió de portero de fútbol sala y detuvo un disparo del jugador del Manchester United rodilla en suelo.

España ha conseguido su objetivo de repetir fase final de la UEFA Nations League, pero eso será el próximo junio, así que ahora lo que toca es pensar en el próximo Mundial de Catar, cuyo estreno para la selección será el 23 de noviembre ante Costa Rica.