No hay dominio mayor en un deporte que el que muestran españoles y argentinos, en ambas categorías, en el pádel. Son ya 16 las ediciones disputadas del Mundial femenino y en todas excepto una, hace justo una década, se han enfrentado ambas contrincantes. Y en el último lustro, España siempre ha ganado.

La finalísima la abrieron Paula Josemaría y Ariana Sánchez frente a Delfina Brea y Aránzazu Osorio. Sufrieron en un primer set que se resolvió por pequeños detalles en los momentos más oportunos, pero se lo llevaron en el tie break. Y más padecieron en el segundo, en el que se vieron con un peligroso 1-3. Pero mantuvieron la coordinación y la tranquilidad para imponerse tras casi dos horas de juego por 6-4. 

Con el primer punto ya a favor, las españolas, Alejandra Salazar y Gemma Triay, salieron a la pista con mucha confianza. Las que se la jugaban eran las rivales y se notó esa presión. Julieta Bidahorria y Virginia Riera alargaron mucho los puntos, pero fallaban en los momentos decisivos de cada uno.

El 6-1 y 6-2 final fue contundente. Más equilibrado el segundo set que el primero, en el que las españolas se pusieron con 5-0 en apenas 20 minutos. 

Con este resultado, España se proclama campeona del mundo femenina de pádel por quinta vez consecutiva para sumar su octavo título mundial.