Los hispalenses ponen fin al 2022 con dos partidos más: la visita a Torremolinos por la Copa del Rey y el duelo frente al Celta de Vigo en la próxima jornada. El año ha sido especialmente malo, con la clasificación para la Champions League como principal alegría (y posterior eliminación en fase de grupos), y el siguiente tampoco pinta mucho mejor porque el conjunto andaluz se ubica en puestos de descenso. 

La cita en territorio malagueño tiene trampa porque la presión es muy elevada y el rival, que compite en la cuarta categoría del fútbol español, juega en un estadio -de césped natural, eso sí- que tiene poco que ver con el Sánchez-Pizjuán. Este torneo es una de las grandes esperanzas, junto a la Europa League, porque en LaLiga apenas hay margen ya para cosechar algún éxito. Mucho tienen que mejorar los andaluces, que suman 11 puntos y tienen menos del doble resto al Real Betis, sexto clasificado con 24.

El Sevilla ha jugado tres encuentros durante este período y no ha perdido ninguno de ellos. El primer partido tras las cortas vacaciones fue contra el Mónaco el pasado 7 de diciembre. Ambos conjuntos empataron a uno y el canterano Pedro Ortiz se erigió como protagonista al marcar. Después, superaron por la mínima al Benfica (0-1), con gol de Ivan Rakitic, y golearon sin piedad al Volendam neerlandés (7-0). Rafa Mir y Nemanja Gudelj fueron los principales nombres propios (un doblete cada uno).

Movimientos en el mercado

Se espera que haya entradas y salidas en esta ventana invernal porque el equipo, con lo que tiene, no está funcionando. Ofrecieron unas sensaciones muy buenas contra la Real Sociedad pese a jugar con dos jugadores menos durante muchísimos minutos, pero no les dio para poder sacar al menos un empate. La realidad es que la plantilla actual ha ganado dos veces en LaLiga (el 10 de noviembre contra el Espanyol por 2-3 y el 15 de octubre frente al Mallorca por 0-1).