No era sencillo para el Atlético de Madrid reencontrarse con su afición después del desastre en Oporto. Los rojiblancos, que aspiraban a clasificarse como primeros de grupo en Champions, no van a poder disputar ni la Europa League. Y aunque tienen una afición siempre entregada y muy generosa, la decepción es inevitable. Así, tanto los jugadores como el entrenador afrontaban la cita ante el Espanyol con la obligación de regalarle una mínima alegría al público del Metropolitano.
Menor fue el apoyo que de lo normal porque el fondo sur se quedó vacío durante la primera mitad del encuentro como signo de protesta por los malos resultados cosechados a nivel continental. Algunos planos en televisión (sobre todo cuando enfocaban a Jan Oblak, el mejor en tierras portuguesas) recordaron a la temporada de la pandemia. Mientras esos aficionados estaban fuera, lo único que ocurría dentro era la expulsión inventada a Leandro Cabrera (minuto 28) tras una acción de enganchones -mutuos- con Morata. El VAR echó el telón y el central se marchó al vestuario.
Benjamin Lecomte volvió a la que fue su casa, aunque más bien parecía un okupa dado que ni siquiera llegó a debutar con la camiseta del Atlético de Madrid. Algo no debió gustarle a Simeone cuando optó por Jan Oblak hasta en los primeros encuentros de Copa del Rey. El caso es que el guardameta hizo una gran intervención, pero la jugada estaba anulada,lo que supone un buen retrato de lo que está siendo su temporada como perico. Después, ya en el minuto 56, rechazó un golpeo de Correa.
Otra vez Joao
Los locales apenas atacaban, aunque dominaban a través del balón y jugaban en campo contrario. Parecían tener la plena confianza de que en algún momento, sin ninguna prisa, anotarían el tanto de la victoria. Conformes también con ganar por la mínima contra un equipo que casi está en puestos de descenso y que se quedó en inferioridad numérica antes de la media hora de juego, la sorpresa llegó con el gol de Sergi Darder, asistido por Joselu -de cabeza- tras un fantástico centro de Óscar Gil.
El 0-1 sirvió para que los rojiblancos se dieran cuenta de que no era un encuentro de exhibición -aunque poco fútbol se estaba viendo-, sino un partido de LaLiga. José María Giménez pudo empatar de cabeza, Álvaro Morata protagonizó la siguiente oportunidad y Antoine Griezmann se quedó a un paso de anotar. Tuvo que ser Joao Félix, que entró en la segunda mitad junto a Thomas Lemar, quien empatara el duelo después de aprovechar una sobresaliente asistencia del también recién ingresado. Orientó con el pecho y batió a Lecomte con un potente disparo por el palo corto, si bien el meta pudo resarcirse poco después.
Los cinco minutos de descuento (el encuentro terminó en el 98' porque tuvieron intervenir a Fernando Calero tras un durísimo golpe) no fueron suficientes para que el Atlético de Madrid pudiera sumar los tres puntos, sobre todo porque el nuevo reencuentro entre Joao y Lecomte se saldó, otra vez, con una magnífica parada del francés. Y en la plaza donde nunca pudo debutar pese a entrenar durante nueve meses. Dentro de tan solo unos días, Mallorca-Atleti y Espanyol-Villarreal.
Jugador Flashscore del partido: Joao Félix.
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