El balón tenía color blanco, algo que tanto Carlo Ancelotti como Diego Martínez tenían previsto. Por todos es sabido, sin embargo, que la posesión vale de poco si no es efectiva en campo rival y no se traduce en ocasiones de gol. Menos de cinco minutos después del pitido inicial, el ex del Barcelona Martin Braithwaite, que se encuentra en un gran momento de forma, ya mandaba su primer recado. Le ganó la espalda a Éder Militao y se plantó ante Thibaut Courtois, pero apareció a tiempo el zaguero brasileño.
Si algo caracterizaba a Real Madrid y Espanyol este sábado era la ubicación de su principal punto débil: el costado izquierdo. Ni Eduardo Camavinga ni Leandro Cabrera están especialmente cómodos ahí porque no son laterales; Rubén Sánchez sonrojó al mediocentro francés pronto y lo dejó más en evidencia si cabe cuando aprovechó un despeje fallido del ex del Rennes y asistió a Joselu Mato para que el delantero abriera el marcador con una definición sublime (8'). Duodécimo gol en LaLiga y máximo realizador español.
Del segundo a la remontada
Fernando Pacheco participó por primera vez antes de que se cumpliera el cuarto de hora y no mucho más tarde estuvo a punto de llegar el 0-2. Vinicius Souza remató al segundo palo y se topó con la inmensa figura de Courtois, con dificultades para atrapar un esférico que parecía untado en mantequilla. Y cuando faltaba lucidez y se mascaba la tensión en el Bernabéu, apareció el de siempre, un tal Vinicius Júnior. Sin ayuda alguna y con tres defensas que intentaban tapar su golpeo, la puso donde no podía llegar el meta.
El extremo brasileño, víctima de una tarjeta amarilla muy rigurosa por una falta en campo rival, acaparó casi todo el ataque del Madrid, aunque Rodrygo Goes emergió de forma intermitente en una primera parte que terminó de forma opuesta a como empezó, con un fantástico cabezazo de Militao, previa asistencia con el exterior de Aurélien Tchoaméni, que terminó en la red tras impactar de forma tímida con el larguero. El bocadillo del descanso sabía mejor ahora, una vez superado el mal trago.
Suspiro tardío
Las acciones a balón parado se convirtieron en el principal recurso del equipo catalán, que mantuvo el pulso durante la segunda mitad y minimizó las diferencias de calidad entre ambas escuadras. Con un marcador abierto y sin la sensación de sufrir asedio alguno, los rosados, habitualmente blanquiazules, mantuvieron el mismo plan de partido y aguantaron hasta el tramo final (74') para hacer el primer cambio ofensivo en busca del empate. Toni Kroos lo intentó con un disparo marca de la casa que se marchó alto.
El Bernabéu, además de ovacionar a Luka Modric, pidió la renovación de Nacho Fernández, protagonista en el tanto de la sentencia por una impresionante jugada en la que superó a varios rivales antes de asistir a Marco Asensio, que acababa de entrar al campo y definió a las mil maravillas para, al final, permitir que los aficionados pudieran relajarse. Antes de que sucediera todo eso, Rodrygo lamentó que su golpeo de falta se marchara al travesaño, pero tampoco fue necesario para vencer. Fede Valverde pudo firmar el 4-1.
A seis puntos del liderato y a sólo una semana de visitar el Spotify Camp Nou, los actuales campeones de Europa miran hacia San Mamés con la esperanza de que el Barça empate o pierda. Pase lo que pase este fin de semana, el Espanyol, que suma a Pierre-Gabriel a la enfermería pese a salir desde el banquillo, dormirá fuera del descenso, si bien el colchón es de sólo dos puntos sobre el Almería, que tiene 25 puntos, los mismos que el Sevilla. Ambos se medirán este domingo en el Sánchez-Pizjuán.
Jugador Flashscore del partido: Vinicius Júnior.
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