La formación lusa, que había aventajado al PSG y a la Juventus en la fase de grupos, confirmó su estatus de favorito frente a la cenicienta de los octavos. Y lo hizo con Enzo Fernández, ahora en el Chelsea, ya olvidado.
El Brujas, en dificultades en su campeonato, en el que es cuarto a 20 puntos del líder Gante, comenzó muy fuerte el choque bajo el impulso del internacional neerlandés Noa Lang desde la punta de su ataque. Pero no pudieron imponer su entusiasmo ante la mayor calidad técnica de los lisboetas.
Aterrizado en Brujas en enero para reemplazar a Carl Hoefkens, el entrenador inglés Scott Parker no encontró la manera de perturbar el juego pausado de los lusos. Sin un verdadero 9 en su once, el antiguo técnico del Fulham permitió que la defensa del Benfica viviera una noche plácida.
Goles de Joao Mario y David Neres
Las Águilas se apoyaron en la buena forma de un campeón mundial, el central Nicolás Otamendi, que también aportó en ataque. A la media hora de juego, Rafa Silva estuvo cerca de lograr el 0-1, pero su volea se fue rozando la madera de la portería defendida por Simon Mignolet.
Luego, fue el internacional portugués Gonçalo Ramos el que provocó sudores fríos en los 27.000 hinchas belgas. El delantero, autor de un espectacular triplete en octavos del Mundial ante Suiza (6-1), rozó el gol en el 36. Finalmente, la superioridad lusa encontró su premio con un penalti convertido por el centrocampista Joao Mario tras una falta de Jack Hendry sobre Ramos.
Y a dos minutos de final fue el delantero brasileño David Neres el que aprovechó un error de Bjorn Meijer que deja la clasificación en bandeja para el histórico club luso.
El partido de vuelta se jugará en Lisboa el martes 7 de marzo.