Uno piensa en el Barça y enseguida se le vienen a la cabeza los goles marcados, el potencial ofensivo, los Lewandowski, Pedri, Raphinha o Dembélé. Que no está mal pensarlo, claro, porque así ha sido siempre el cuadro catalán, un conjunto que, como casi todos los grandes, busca la portería contraria antes que el resguardo de la propia. 

Pero he aquí que Xavi ha conseguido no sólo tener al máximo goleador de LaLiga, Lewandowski (34), sino también al Zamora, Marc André Ter Stegen (30). Sólo siete veces ha tenido que agacharse el alemán para recoger el balón de su portería. A veces incluso con fuego amigo, como Koundé ante el Betis. 

Ese tanto del francés en propia meta es el que ha impedido que el Barcelona iguale el récord absoluto que posee el Deportivo de la Coruña cuando era el Súper Dépor. En toda la primera vuelta, con Liaño de titular, sólo recibió seis goles. 

Aun así, con los encajados, el Barça ha registrado la mejor primera vuelta de su historia a nivel defensivo. La mejor marca databa de la temporada 1986/87, cuando el conjunto entonces dirigido por Terry Venables, con Andoni Zubizarreta como portero, vio perforada su meta ocho veces.