Pocos esperaban este gran rendimiento del Arsenal en la Premier League, principalmente porque es un club que lleva unos cuantos años en la segunda línea, lejos de Manchester City o Liverpool. No gana el torneo liguero desde la temporada 2003/04, hace ya casi 20 años. Además, compite actualmente en la Europa League, aislado de la mayoría de los clubes más poderosos del continente. Los Gunners, acostumbrados a acumular penurias en los últimos años, pueden encontrar razones para seguir instalados en ese aura de pesimismo.
Si se obvia el pasado reciente de este club histórico de Inglaterra y se pone el foco en la actualidad, nos encontramos con un panorama muy esperanzador para el conjunto dirigido por Mikel Arteta. La ilusión se palpa en el Emirates Stadium porque las sensaciones que está dejando el equipo son muy buenas y porque, además, lo más importante sin lugar a dudas, los resultados están llegando -justo en el peor año del Liverpool de los últimos tiempos-. Son los actuales líderes de la tabla (dos puntos más que el Manchester City) y suman nueve victorias, un empate y una derrota (gracias a los 30 goles a favor y 11 en contra).
Lo cierto es que el equipo de Pep Guardiola presenta un equipo de mayor nivel. No es solo el fichaje de Haaland, uno de los mejores delanteros del momento, sino el engranaje de una plantilla hecha a la medida de un entrenador que encadena siete temporadas en el mismo proyecto, con éxitos continuos a nivel nacional. Los del Etihad Stadium, indiscutiblemente, cuentan con más recursos de jugadores porque la diferencia presupuestaria es considerable, aunque el Arsenal tiene cierto toque citizen tras incorporar a Gabriel Jesús y Oleksandr Zinchenko, dos piezas ahora claves y ya importantes también con el catalán.
El factor decisivo y premonitorio
Hay datos y estadísticas que sirven para vaticinar o intuir -con más o menos acierto a la postre- lo que puede ocurrir próximamente. Y esto, aplicado al caso del equipo londinense, pasa por la carga que están teniendo los habituales titulares, más si cabe en una temporada con Mundial. Hasta siete jugadores han superado ya los 1.000 minutos y (Bukayo Saka) suma 999, mientras que Ben White tampoco se queda nada atrás (977'). Además, ocho de ellos han sido de la partida en los 12 encuentros que se han jugado.
Esto no ocurre en el Manchester City, donde Guardiola está dosificando mucho más a sus futbolistas. Hay solo dos que hayan dejado atrás esa barrera de las cuatro cifras -uno de ellos también es el portero, como en el caso anterior- y tan solo hay otro par de jugadores que hayan sido titulares en todas las jornadas. La diferencia es considerable entre ambos equipos; diferentes formas de gestionar que tienen que ver, sobre todo, con la confianza depositada en los suplentes. Porque seguro que Arteta querría rotar mucho más.