Recibido como un héroe en una Rod Laver Arena repleta de banderas serbias, el nueve veces ganador en Melbourne cuajó un partido de menos a más para deshacerse en poco más de dos horas del español Roberto Carballés, el número 75 del mundo, por 6-3, 6-4 y 6-0.
No fue un partido brillante del astro de 35 años, deportado hace un año por no estar vacunado contra el COVID-19, pero le bastó para deshacerse de un voluntarioso tinerfeño, que llegó a gozar de un 0-40 para romperle el saque al cuarto cabeza de serie del torneo al poco de empezar el partido.
Superada la resistencia de Carballés en los dos primeros sets, Djokovic, que jugó con un vistoso vendaje en la pierna derecha por los problemas musculares que arrastra, se liberó en el último parcial, que terminó con las gradas cantando ruidosamente "Nole, Nole".
"Estoy muy feliz de estar de vuelta en Australia y en la pista donde he tenido los mayores éxitos de mi carrera", dijo el serbio, que lleva 1.821 días sin perder en este Grand Slam y acumula 64 partidos consecutivos de primera ronda en un grande sin conocer la derrota (el equivalente a 16 años).
"Definitivamente, esta pista es la más especial en mi vida y no podía pedir un mejor comienzo para el torneo", agregó Djokovic, que aspira a igualar en este torneo los 22 Grand Slams del español Rafa Nadal, el campeón vigente.
La lluvia impide a Bautista y a Ramos acabar sus partidos
La jornada pasada por agua que se vivió en Melbourne obligó a suspender varios encuentros tanto del cuadro masculino como del femenino. Entre ellos destaca el que estaba enfrentando a Roberto Bautista y a Joao Sousa. El castellonense ganó el primer set por 6-3 y le rompió el saque al portugués en el único juego que se pudo disputar del segundo, por lo que el parón obligado le frenó la dinámica positiva en su duelo de primera ronda.
Al que sí le pudo venir bien la interrupción fue a Albert Ramos, que estaba sufriendo en un reñido partido contra el cañonero Maxime Cressy, que le estaba machacando con su saque (28 aces). El estadounidense se adjudicó los dos primeros parciales por 7-6 (2) y 7-5. El catalán respondió ganando el tercero 6-3 y logró salvar bolas de break en sus dos primeros servicios de la cuarta manga, que iba 2-2 cuando el mal tiempo obligó a que ambos jugadores tuvieran que volver al hotel.
