Deschamps se rinde a Tchouaméni: "Lo tiene todo"

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Más
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Deschamps se rinde a Tchouaméni: "Lo tiene todo"

Deschamps se rinde a Tchouaméni: "Lo tiene todo"
Deschamps se rinde a Tchouaméni: "Lo tiene todo"AFP
Aurelien Tchouaméni (22) está destinado a ser una de las grandes estrellas del fútbol mundial durante la próxima década. Al menos, desde su posición en el centro del campo. Primero ha sido Carlo Ancelotti el que no ha dudado en acelerar la transición para convertirlo en el nuevo Casemiro y ahora, Didier Deschamps (53), quien lo hizo internacional absoluto antes de su llegada al Madrid, se vuelve a rendir ante él.

Ha caído de pie en el Real Madrid. Lo que parecía un grave problema para el conjunto blanco, sustituir al insustituible Casemiro, se ha convertido en una enorme solución que, además, ayudará a rentabilizar más rápido la fuerte inversión en su fichaje. Hablamos de Aurelien Tchouaméni, al que los elogios le llueven después de un gran inicio de temporada. 

El último en lanzarle alabanzas, a través de Téléfoot, ha sido uno de los primeros en confiar en él cuando aún era un desconocido en el fútbol internacional, Didier Deschamps. "Lo tiene todo a pesar de su juventud. Más allá de todo lo que es capaz de hacer en el campo, su cabeza también está hecha para jugar". 

Unas palabras que se justifican con el partidazo que el francés hizo en la victoria ante Austria por 2-0. Tchouaméni se hartó de robar balones, de filtrarlos con calidad a sus delanteros e incluso se atrevió con una chilena que no entró de milagro. 

Y mientras, Casemiro...

La felicidad en la que se ha instalado Aurelien contrasta con la situación que está padeciendo en Inglaterra Casemiro (32). El brasileño no ha sido capaz en el mes que lleva como diablo rojo de ganarse la confianza de Ten Hag. A pesar de los 72 millones -más 13 en variables- que pagaron por su fichaje, el técnico sólo lo ha puesto en el once inicial en un encuentro de Europa Liga. En la Premier aún no lo ha considerado oportuno. 

Lo peor es que los argumentos del holandés para justificar su suplencia ya empiezan a ser sospechosos. Habla de adaptación, pero Antony (22), otro brasileño, que llegó más tarde que Casemiro, lo ha jugado todo. Cierto que ya conocía los sistemas de Ten Hag, pero tampoco jugar en los Países Bajos es como hacerlo en una liga muchísimo más competitiva que la inglesa.