Jorge Martín (25) y Dani Pedrosa (37) llegaban a la carrera como los dos grandes protagonistas del fin de semana: el primero logró la pole position un día antes y conquistó la prueba al esprint en un sábado de ensueño; el segundo, por su parte, aprovechaba la wild card para demostrar que los viejos rockeros nunca mueren y que, pese a no haber ganado ningún Mundial en la categoría principal durante su trayectoria, es uno de los mejores pilotos que ha dado España.
Pero las buenas sensaciones del día anterior no tenían por qué mantenerse, sobre todo con rivales como Francesco Bagnaia (vigente campeón) o Marco Bezzecchi (tercero en la clasificación y aspirante, aunque sin demasiadas opciones, a intentar dar la sorpresa en los próximos meses). Ambos tenían que hacerlo muy bien para anular el favoritismo del madrileño, que sigue creciendo, sin techo alguno, con el paso del tiempo. Al contrario que en la jornada anterior, especialmente a partir del mediodía, Pecco perseguía de cerca a su principal opositor... antes de despegarse.
Salida limpia y sin cambios en la cabeza, aunque Maverick Viñales perdía un par de posiciones en la segunda línea dado el buen hacer de Brad Binder, que dejó atrás la séptima plaza y se colocó a las puertas del podio. Cuando parecía estar todo estable, Bezzecchi aprovechó que su compatriota se abrió más de la cuenta y protagonizó un ataque que le hizo subir un escalón, aunque la alegría le duró más bien poco porque Bagnaia recuperó de inmediato. Entonces fue cuando llegó la caída del sudafricano y el choque entre Jack Miller y Michele Pirro (bandera amarilla).
Honores para Pedrosa
Mientras el actual líder atacaba a Martín, muy cerca del contacto en uno de ellos, Pedrosa se colocaba a medio segundo con una conducción muy efectiva -llegando a ser el más rápido, de forma continuada, durante un buen tramo-. Vibrante y bonito déjà vu por ver disfrutar de nuevo al de Sabadell, quien consiguió (casi) asegurar el cuarto puesto porque Viñales, de menos a más, estaba muy lejos. Y casi por sorpresa, Marc Márquez asomaba desde la sexta plaza antes de ser adelantado por Miguel Oliveira. Mucho peor le iba la cosa a Pol Espargaró, que cayó en la curva 1.
Con 11 vueltas para el final, Martinator recibió un aviso por exceder los límites de la pista, por lo que tenía que andarse con cuidado para evitar la penalización (long lap). Aun así, conseguió abrir hueco y certificó su triunfo con bastante margen, especialmente cuando se fue hasta los dos segundos respecto a su más inmediato perseguidor, momento en el cual llegó el sorpasso en el pulso por la plata. El turinés se vino abajo y Dani sacó todo su arsenal en su regreso al asfalto. No le dio para llevarse el bronce, pero igualmente completó una actuación para el recuerdo en un día que difícilmente olvidará.