Con gotas en el asfalto y las dudas sobre una posible lluvia que aparecería después, a Jorge Martín, que salía cuarto, le dio igual. Quiso emular la salida en la carrera al sprint, aunque esta vez Bagnaia estaba preparado, y sólo le dio para ponerse segundo detrás del italiano. No estaba mal en cualquier caso.
Juntos se escaparon hasta que siete vueltas después comenzó a llover provocando la caída, primero de Acosta, y luego de Morbidelli. Ese fue el aviso que provocó que desde boxes llamaran a Martín para cambiar de moto con ruedas de lluvia. De los de cabeza fue el único que lo hizo... y el riesgo lo pagó caro. La lluvia se fue apenas tres vueltas después y el líder del Mundial tuvo que volver a coger su montura de seco. Un desastre absoluto y adiós definitivo a sus opciones en Misano.
Marc Márquez, líder en aguas revueltas
Mientras el drama asomaba en el casco de Jorge Martín, Bagnaia seguía primero pero, con la pista húmeda, bajó el ritmo considerablemente. Tanto que permitió que hasta siete pilotos le alcanzaran. El más avispado y osado, Marc Márquez, se atrevió a adelantarle para colocarse líder, con Bastianini en tercer lugar.
A falta de 11 vueltas para el final, los tres estaban en menos de un segundo de diferencia. Pero el hexacampeón de MotoGP no pensaba echar por tierra lo que había conseguido con tanto esfuerzo, así que apretó más aún los dientes para batir el récord del circuito y abrir el hueco definitivo para asegurar un inesperado y grandioso triunfo.
Bagnaia dio por bueno la segunda plaza, más teniendo en cuenta la 15ª que finalmente firmó su gran rival por el Mundial, un Jorge Martín absolutamente decepcionado con la decisión de sus ingenieros que le han complicado todo. El podio en el circuito Marco Simoncelli lo completó Bastianini.