La atención estuvo en el box de Aston Martin, que estrenaba numerosas piezas y que sólo tuvo media hora con el coche de Fernando Alonso para probarlas. El de Lance Stroll corrió peor suerte y apenas pudo dar cuatro vueltas antes de tener que desmontar el tambor del freno delantero izquierdo. 

El citado sobrecalentamiento rompió una pieza y fue imposible arreglarla a tiempo. No sale de una el canadiense y entra en otra. Aunque el susto fue mayor aún en el monoplaza del asturiano, donde apareció un pequeño incendio en esa zona. 

Por fortuna, el coche pudo volver a pista y la escudería británica vio a Fernando Alonso mejorar vuelta a vuelta con su neumático duro y colocarse noveno antes de que todos ensayaran la clasificación con los blandos. Luego finalizaría 18º, a 1.9 segundos, pero cargado de gasolina y sin calzar la goma más rápida. Estaba más ocupado en ver el desgaste de las ruedas que en buscar un tiempo. 

Ahí Verstappen, como decíamos fue superior a todos. Leclerc le siguió a 0.156 segundos, con Hamilton tercero y Pérez cuarto. Carlos Sainz, por su parte, finalizó octavo, a 0.621 del holandés, y lejos de su compañero de equipo. Se quejó el madrileño de que su coche botaba en exceso en el asfalto de Austin.