Por un lado, espectáculo. Visualmente, Las Vegas estuvo a la altura de las expectativas; después de todo, contó con la ayuda de los 1,2 millones de luces LED de la novedosa cúpula Sphere, con sus numerosas imágenes proyectadas. Un sinfín de celebridades y el skyline de Sin City Boulevard dieron al Gran Premio un sello que ni Mónaco puede meterse en el bolsillo.

Por otro lado, la insatisfacción de la mayoría de los pilotos con las obligaciones de los medios de comunicación, el caos en torno al calendario de entrenamientos y la amarga compensación para los aficionados que no vieron casi nada el jueves fueron el punto de inflexión.

El Gran Premio de Las Vegas regresó al calendario de la F1 después de más de 40 años. Ponía fin a las tranquilas pero aburridas carreras de 1981 (cuando Alan Jones logró su última victoria) y 1982 (cuando, por el contrario, Michele Alboreto logró la primera de las cinco victorias de su carrera). El nuevo circuito ofrecía dos buenos puntos de adelantamiento y, sobre todo, un interesante mano a mano en la batalla por el segundo y cuarto puesto de la Copa de Constructores.

EL REY DEL FIN DE SEMANA - Regreso a la escena del crimen

Incluso antes de que empezara el fin de semana, estaba claro que habría mucha gente que no dejaría un hilo seco en la carrera de la ciudad más famosa de Nevada. Las ceremonias previstas de sacar a los pilotos de la pista (al hotel) para entrevistarlos y transportarlos de vuelta al podio fue el primer "momento WTF".

¿Qué es eso de que los aficionados no vean nada de la primera sesión de entrenamientos y acaben siendo perseguidos por la seguridad, en colaboración con la policía, para que abandonen las inmediaciones de la pista (que se podía ver de todos modos, a pesar de las cubiertas de lona)? Eso es demasiado.

Seguramente, el segundo entrenamiento se aplazó debido a las reparaciones necesarias y los organizadores no querían correr el riesgo de que la seguridad se quejara por permanecer demasiado tiempo. Los aficionados decepcionados, sin embargo, sólo recibieron un vale de 200 dólares para canjear en la tienda oficial de la carrera. Vale, ese era el precio de la última entrada (¡sólo!) para los entrenamientos del jueves, pero un número significativo de aficionados tenía entradas para varios días.

E incluso ante la falta de una disculpa en el comunicado oficial de la F1 y los jefes de VC Las Vegas, y en su lugar un "gracias a la gente por su apoyo", el caso ha sido retomado por un bufete de abogados que quiere reclamar una indemnización a la F1 (que por una vez fue  la organizadora de la carrera) por cada aficionado afectado.

Así pues, el Gran Premio de Las Vegas puede acabar con una factura mucho mayor que los 500 millones de dólares anunciados en un principio para terrenos, instalaciones, nuevo asfalto, etc. No es un buen comienzo para un proyecto que actualmente tiene un contrato hasta 2025 con opción hasta 2032. Y menos mal que Verstappen sigue siendo más piloto que influencer, porque tras conocer la cuantía de la "compensación" para los espectadores, declaró: "Si yo fuera un fan, la destrozaría aquí."

MÁS PUNTOS - Aston Martin

Los coches verdes fueron quizás los más lentos en las rectas y Fernando Alonso se descolgó de los puntos nada más empezar, pero las buenas tácticas combinadas con una conducción limpia acabaron valiendo al equipo unos bonitos 12 puntos por el quinto y el noveno puesto. Así que la lucha por el cuarto puesto en la clasificación de constructores entre Aston y McLaren sigue abierta.

MAYOR SALTO - Esteban Ocon

La última vez fue Pierre Gasly, esta vez fue su compañero de equipo quien se alegró. Alpine probó la dirección del equipo y pidió a Ocon que se quedara detrás de Gasly, pero la diferencia de velocidad era obvia. Ocon probablemente sacó el máximo partido de las paradas durante el coche de seguridad, saltando del 16º puesto de la parrilla al cuarto. Su compañero de equipo cayó del cuarto al undécimo puesto. La diferencia de puntos entre compañeros y rivales es ahora de sólo cuatro puntos.

EL LÍO DEL FIN DE SEMANA - Ferrari

El primer entrenamiento duró apenas nueve minutos, luego llegó el accidente de Ferrari con Carlos Sainz y ya conocemos el resto del caos. El español sufrió importantes daños en su coche y quizá aún más doloroso fue darse cuenta de que sería relegado diez puestos en la parrilla por un cambio de componentes.

Después de eso, los coches se pusieron delante de él y cayó al último puesto... Acabar sexto es un pequeño milagro y ofrece olvidar el apagón de los entrenamientos. Pero una cosa es el daño al monoplaza, estimado en 1,5 millones de dólares (Ferrari probablemente lo pregonará con la F1), y otra la posible pérdida de dinero (decenas de millones) por el segundo puesto en la Copa de Constructores, donde Ferrari está a cuatro puntos de Mercedes.

GESTOR DEL FIN DE SEMANA - Charles Leclerc vs. Sergio Pérez

Intercambiaron posiciones en las vueltas 32, 35, 44 y 50 y se encargaron de la mayor parte de la acción durante la carrera. El piloto monegasco acabó remontando hasta la segunda posición en la última vuelta, pero fue poca compensación para otra pole position no convertida, su 12ª consecutiva. Leclerc ya ha igualado a Niki Lauda (23) en el número de victorias en clasificación con los colores de Ferrari, con sólo Michael Schumacher (58) por delante de él, pero después de la carrera no ocultó su decepción porque Ferrari no utilizó ninguna de las paradas en boxes del coche de seguridad para cambiar neumáticos, lo que podría haberle llevado a la lucha por la victoria.