El fin de semana está condicionado por la sanción a Verstappen, que saldrá undécimo en el mejor de los casos y es seguro tendrá que apelar a la épica el domingo. El neerlandés tiene una importante ventaja en la general respecto a su más inmediato perseguidor, Lando Norris, pero el gran momento de forma de McLaren le obliga a estar alerta.
Con el asfalto mojado, el vigente campeón de Fórmula 1 salió a probar sin demasiadas esperanzas -incluso llegó a salirse de la pista, nada que ver con lo de Lance Stroll, quien impactó con las barreras en un leve accidente-. La situación del compañero de Fernando Alonso provocó la más que previsible bandera roja.
Para cuando el asturiano había dado cuatro vueltas, Carlos Sainz seguía sin estrenarse. Aun así, el madrileño tuvo la oportunidad de salir a última hora en una jornada intrascendente por las circunstancias meteorológicas, que no tendrán nada que ver respecto a la prueba reina (seco). Y casi que se la podría haber ahorrado -topó con la grava en una curva cerrada-.
La normalidad regresará en la cita definitiva del Gran Premio de Bélgica, pero no así de cara a la clasificación (16h00 CET). Lo cierto es que puede ser bastante caótica y no hay que descartar ningún escenario. En este contexto tan alocado, Alonso tratará de sacar a relucir su talento para partir desde una buena posición.