El Real Madrid afronta el Clásico con el ánimo de conseguir una victoria que le permita estar en lo más alto de la tabla en solitario. Ambos suman 22 puntos y llegan en una situación muy similar en LaLiga Santander, con pleno de victorias a excepción de un empate (contra Osasuna en el caso de los blancos y frente al Rayo Vallecano en el de los blaugranas), pero con una trayectoria y un panorama radicalmente opuesto en la Champions League.
Los de Carlo Ancelotti, gracias al gol del propio central alemán, un valiente remate de cabeza que le puede dejar sin jugar el domingo, afrontan con calma las dos últimas jornadas de la fase de grupos de la competición continental, aunque con la tarea de terminar líderes. El equipo que dirige Xavi Hernández, por su parte, empató a tres contra el Inter de Milán y tiene casi los dos pies fuera del torneo europeo, ya que necesitan ganar al Bayern y al Viktoria Plzen y esperar a que los italianos no sumen más de dos puntos.
Pese a que los locales parten con cierto favoritismo, sobre todo tras lo ocurrido esta semana, la posible ausencia de Thibaut Courtois puede jugar un papel fundamental. El belga intenta dejar atrás un dolor en el nervio ciático y, pese a la mejoría reciente, este jueves no pudo entrenar al mismo ritmo que el resto de porteros, como ha confirmado el propio club. Se ejercitó en el gimnasio, igual que Ceballos -con una lesión muscular- y Rüdiger -sometido a una intervención en la que le aplicaron 20 puntos de sutura-.
Entre el viernes y el sábado se sabrá si repite Andryi Lunin, que lleva dos encuentros consecutivos en LaLiga (ha sido el encargado de dejar la portería a cero por primera vez), o regresa una pieza que fue trascendental para la consecución de la última Champions. La seguridad que aporta el ex del Atlético de Madrid, cuyo inicio de curso no ha sido tan bueno como el de hace un año, aparece en escena en aquellas citas importantes, como la jornada dominical frente al Barça en el Santiago Bernabéu.