Federico Bahamontes esperó catorce años a que Luis Ocaña le sucediera como ganador del Tour de Francia. El mismo Ocaña esperó quince años para asistir a la polémica coronación de Perico Delgado. Las décadas de 1990 y 2000 estuvieron marcadas por el estandarte del Plus Ultra: Miguel Indurain (1991 a 1995), Óscar Pereiro (2006 tras la retirada de Floyd Landis), Alberto Contador (2007 y 2009, retirado en 2010 en favor deAndy Schleck) y Carlos Sastre (2008).
La internacionalización del ciclismo pasó entonces factura: un australiano (Cadel Evans), un inglés de pura cepa (Bradley Wiggins), un inglés nacido en Kenia (Chris Froome), un galés (Geraint Thomas), un colombiano (Egan Bernal), un esloveno (Tadej Pogacar) y un danés (Jonas Vingegaard) levantaron los brazos en los Campos Elíseos. Sólo Vincenzo Nibali triunfó para una nación "tradicional" en 2014.
Tanto para Italia como para España, corren tiempos difíciles. Las retiradas del Tiburón de Mesina y de Fabio Aru , seguidas de la deAlejandro Valverde, han enfrentado a ambos países a sus dificultades. La Botte ya no tiene ningún equipo en el World Tour y Movistar sigue siendo el último representante español en la élite.
España sigue teniendo algunos buenos equipos, principalmente en la Continental Pro, la segunda división mundial. Pero, ¿cómo desarrollar corredores con presupuestos más reducidos y en un momento en el que el trabajo de detección se hace cada vez más temprano?
Enric Mas, tan cerca y tan lejos
Enric Mas era la mejor oportunidad de España en este Tour. Se acabó en el descenso de la subida al Vivero el sábado por la tarde. Aunque Mikel Landa e incluso Pello Bilbao están muy bien valorados, los dos corredores del Bahrain-Victorious nunca han igualado los resultados del mallorquín. El corredor de 28 años, que se dio a conocer con el Quick Step, suele brillar en las carreteras de su país. Tres veces tercero en la Vuelta (2018 con el equipo belga y luego 2021 y 2022 con Movistar), Mas terminó quinto en el Tour en 2020 y sexto en 2021. A menudo colocado, rara vez ganador. Y sin suerte.
Aparte de esta caída, siempre ha logrado buenos resultados, pero aún lejos de los nuevos estándares impuestos por Vingegaard, Pogacar o Primoz Roglic. El español sufre regularmente un mal día y un déficit en contrarreloj. Por no hablar de sus habilidades en los descensos. Son el tipo de carencias que le impiden conquistar el Santo Grial. En resumen, Mas es un gran corredor, pero aún le falta un poco para ser el hombre que su país espera que sea, a menos que las circunstancias de la carrera le conviertan en ganador.
Carlos Rodríguez, un primer Tour para aprender... o para ser líder
A sus 22 años, Carlos Rodríguez debuta este año en el Tour. A priori, el andaluz estará a las órdenes deEgan Bernal, aunque el estado actual del ganador de la Grande Boucle 2019 sigue siendo incierto tras su terrible caída en los entrenamientos de febrero de 2022 que casi le deja paralítico.
Campeón de España en 2022, el corredor del INEOS-Grenadiers se rompió la clavícula durante la Strade Bianche, lo que frenó su curva de resultados. La temporada pasada, además del título nacional, Rodríguez terminó 7º en la Vuelta, 5º en el Giro de Lombardía, 5º en la Clásica San-Sebastián y ganó una etapa en la Vuelta al País Vasco. Acabó 9º en el Dauphiné, por delante de Bernal (12º).
Contrarrelojista muy regular (campeón de España cadete en 2016 y doble campeón de España júnior en 2018 y 2019), Rodríguez tiene el perfil de Contador. No en vano, el Pistolero es su ídolo... Para ser su primera participación, el español parece haber conquistado el poder dentro de su equipo en su primer día en el Tour, en medio de Daniel Felipe Martínez, Tom Pidcock y Michal Kwiatkowski. Eso sí que es un hombre por derecho propio.
Juan Ayuso, la esperanza
Su Baby Giro 2021 fue una razzia. General, puntos, escalador, joven corredor: Juan Ayuso aún no tenía 19 años, pero su rendimiento fue total e imparable. Reclutado enseguida por el UAE-Team Emirates, el barcelonés cuajó una primera temporada sensacional: 5º en la Vuelta a Cataluña, 4º en el Tour de Romandía, 4º en el campeonato de España (y 7º en la contrarreloj), ganador del Circuito de Getxo y 3º en la Vuelta.
Ayuso tiene características similares a las de Contador, más un escalador-roleador que un rouleur-grimpeur como Indurain. Capaz de ganar tanto en montaña como en contrarreloj, como demostró con su victoria en la última etapa de la Vuelta a Suiza hace 3 semanas, Ayuso es un talento proteico. Con sólo 20 años, el catalán representa el futuro de España en las Grandes Vueltas pero, al igual que Enric Mas, la feroz competencia no es garantía de éxito, sobre todo teniendo en cuenta que entre sus compañeros de equipo se encuentra un tal Pogacar, que no es precisamente de los que comparten. Ayuso estará presente en la Vuelta para desafiar a Remco Evenepoel. Su descubrimiento del Tour esperará, al principio como compañero de equipo de lujo antes de convertirse quizás en líder por derecho propio.