Según la justicia deportiva, es decir, el Comité de Competición y Apelación de la RFEF, Sergio Canales debe cumplir cuatro partidos de castigo por haber criticado duramente a Mateu Lahoz, el árbitro que lo expulsó esta temporada -con doble amarilla- por primera vez en toda su larga carrera deportiva. Ya cumplió un encuentro de sanción, pero el Betis acudió a la Justicia ordinaria para que le permitieran jugar mientras el TAD no se pronunciara de modo definitivo.

Así que, con otros tres encuentros que tendría que cumplir si el castigo finalmente es formal, el cántabro pudo aparecer en el Betis-Cádiz de este domingo. Duró poco más de media hora cuando recibió una roja por cortar una contra muy peligrosa de los gaditanos.

Nueva polémica porque Cuadra Fernández y el VAR consideraron que era el último jugador a pesar de que Edgar, lejano a la acción, estaba más retrasado que el delantero Rubén Sobrino. La interpretación que hizo el colegiado es la que valió por muchas protestas y cara de incredulidad que se quedase a los presentes en el Villamarín. 

Es una expulsión, además, que será seguramente recurrida por el Betis, pero sin demasiados visos de que el recurso prospere, pues los comités no suelen cambiar una decisión salvo error grave del árbitro. Y en este caso se considerará su interpretación de que el compañero de Canales no habría llegado a frenar al punta del Cádiz. 

Lo más probable, pues, es que le impongan un partido de castigo al jugador bético. Y si el TAD insiste en que cumpla los otros tres, el mediapunta zurdo no volvería a jugar hasta el mes de mayo, perdiéndose los duelos ante el Espanyol, Osasuna, Real Sociedad y Barcelona. A no ser que el club de Heliópolis vuelva a acudir a la Justicia a pedir otra cautelar.