Según el representante, la estrella de la WNBA realizó un entrenamiento ligero en Fort Sam Houston, en San Antonio (Texas), después de ser remitida a esa base del ejército estadounidense para someterse a exámenes médicos tras su liberación por Rusia en un intercambio de prisioneros celebrado la semana pasada.

Brittney Griner, que fue detenida el 17 de febrero en el aeropuerto de Moscú con un vaporizador que contenía un líquido a base de cannabis y se enfrentaba a cargos de posesión y tráfico de drogas, llegó a Estados Unidos procedente de Abu Dhabi, donde se produjo el intercambio, y no ha hecho ninguna declaración pública. 

A pesar de volver a los entrenamientos, Colas dejó claro que la acción de Griner no debe interpretarse como una señal de que la bicampeona olímpica y ganadora de la WNBA haya tomado, o no, una decisión respecto a un posible regreso a Phoenix Mercury y a la competición.

"Si quiere jugar, será ella quien lo comparta. Tendrá las vacaciones para descansar y decidir lo que sigue, sin ninguna presión. Lo está haciendo muy, muy bien y parece haber capeado esto de forma asombrosa", subrayó.

Además, el agente reveló que es probable que Griner emita un comunicado a finales de esta semana y que la deportista no tiene planes inmediatos de abandonar la base militar, en cuyo hotel se ha alojado con su esposa, Cherelle.

"No hay límite de tiempo para su regreso. Se reintegra a un mundo que, para ella, ha cambiado. Desde el punto de vista de la seguridad, no podrá moverse por el mundo como antes. No es algo que ella hubiera pedido o esperado, pero creo que intentará utilizar su fama para el bien", señaló.