Era muy favorito para la segunda eliminatoria porque se enfrentaba a un rival que no está ni entre los 200 primeros clasificados del ranking ATP, pero en el primer Grand Slam del año todos quieren ofrecer su mejor cara para dar saltos agigantados en su carrera y, en el caso de los menos populares, darse a conocer. Y así lo interpretó Brandon Holt, quien llegaba dispuesto a dar la campanada.
Roberto Bautista (34) estuvo a punto de romperle el servicio a su rival porque gozó de hasta tres oportunidades cuando el primer set estaba igualado a dos juegos, algo que sí sufrió en sus propias carnes minutos después, justo en el siguiente. Eso lo condenó a despedirse del primer punto porque en ningún momento llegó a incomodar a Holt.
Ya había recibido ese aviso, pero ahora tenía a una bestia crecida al otro lado de la pista. Tras un inicio fatídico en la segunda manga pese a sacar en dos de los tres juegos iniciales (3-0), se vio abocado a ofrecer su mejor versión, aunque sus intentos fueron frustrados al no estar preciso en los momentos más delicados (dejó pasar hasta ocho puntos de break).
Del infierno al cielo
El número 214 del ranking ATP no había sufrido ninguna rotura de servicio hasta entonces y ganaba con bastante solvencia. Todo iba especialmente bien para el norteamericano, pero el miedo a ganar se instaló en el cuerpo del jugador de 24 años, incapaz de conseguir lo más importante en el tenis, que suele ser cerrar los partidos. Arrancó fatal el tercer set, clonó los pasos de su rival minutos atrás e hizo un insuficiente ademán por darle la vuelta a una situación que ya era casi irreversible (3-6).
Otra vez, Brandon desaprovechó el saque en el primer juego y repitió después, lo que se tradujo en el empate a dos que lo cambiaba todo, que planteaba un escenario complicado de imaginar cuando el estadounidense se las prometía felices y que volvía a colocar a Bautista como el principal favorito para ganar, no solo por su mayor calidad y experiencia, sino por el empuje moral tras conseguir salvar un 2-0.
Entonces, en el quinto y definitivo set, el castellonense lideró con una gran firmeza y resolvió la papeleta en menos de media hora (29'). El más decisivo y el de mayor tensión llegó a su final más pronto que ninguno otro. Y eso que se permitió el lujo de perdonar una bola de partido, aunque con 2-5 y 15-40 a favor había poco margen para la sorpresa. La remontada era un hecho y la victoria de Roberto, por tanto, también.
Las estadísticas del triunfo de Bautista frente a Holt, en Flashscore.