¿Es posible reinsertar en la sociedad a una persona que ha cometido un delito? Es una pregunta que nos hacemos cada vez que se da la situación de que un sujeto que ha infringido la ley debe volver a la cotidianidad y reclama oportunidades para reconstruir su vida.
El tema se vuelve más sensible cuando el problema está relacionado con la violencia de género y el que desea retomar la normalidad es un personaje con cierto nivel de fama y económico, como ha sucedido en el caso del jugador de la NBA Miles Bridges.
Durante el verano de 2022 el alero de los Hornets fue arrestado por cargos de violencia doméstica grave. Más adelante se les agregaron otros de delito menor de maltrato infantil, daño a la propiedad personal y violación de una orden de protección doméstica a causa de que el '0' se habría pasado en enero de 2023 por la residencia de su novia para dañar el parabrisas de su automóvil con bolas de billar mientras los hijos de la pareja estaban dentro del vehículo.
Pese a perderse toda la temporada 2022/23 y llevar un pesado lastre a sus espaldas, Charlotte decidió hacer un salto de fe renovándole por 7,9 millones de dólares (unos 7,25 de euros) y ofreciéndole la posibilidad de volver a la NBA el pasado 18 de noviembre.
El éxito lleva al olvido
Gran parte de la sociedad estaba en contra de reintegrar a Miles Bridges en la dinámica de la mejor liga de baloncesto del mundo. De hecho, muchos están convencidos de que no debería haber pisado una cancha nunca más.
Sin embargo, no hay ninguna actividad que se encargue mejor que el deporte de convertir a los villanos en ídolos y hacer olvidar hasta los pasados más oscuros. Ese proceso comenzó para el alero natural de Michigan sólo tres días después de su regreso anotando la canasta ganadora de su equipo contra los Boston Celtics en la prórroga.
Un triple que le hizo marcharse ovacionado del pabellón y que comienza a poner en el olvido lo que debería ser imperdonable. Un triple que sienta un precedente muy peligroso para la NBA de cara a que se repitan este tipo de casos con tipos que han cometido delitos que deberían dejarles sin baloncesto de por vida.
