En Nueva York, los jóvenes y talentosos Cavaliers fueron víctimas de una de las exhibiciones defensivas del año y se convirtieron en el primer equipo que anota menos de 80 puntos en un partido de esta temporada de NBA.
El base Jalen Brunson, con 21 puntos, y el escolta RJ Barrett, con 19, comandaron la ofensiva de los locales mientras Donovan Mitchell fue el único jugador de los Cavaliers que estuvo cerca de su nivel con 22 tantos, 7 rebotes y 5 asistencias.
El base All-Star Darius Garland, que anotó 32 puntos en la pasada victoria de Cleveland el martes, falló sus primeros ocho lanzamientos y acabó con 10 tantos y una estadística de 4/21.
Los Knicks se rehicieron a lo grande de la derrota del martes y llegaron a dominar por 27 puntos en el último cuarto en medio del ruidoso festejo de sus 19.800 aficionados.
La afición neoyorquina está ávida de emociones de playoffs después de disfrutar de apenas dos series desde 2013, última ocasión en que los Knicks avanzaron de ronda.
Estos Cavaliers, liderados por los jóvenes Mitchell, Garland y Evan Mobley (10 puntos y 10 rebotes), tampoco tienen gran experiencia en la postemporada, donde la franquicia no comparecía desde la marcha de LeBron James a los Lakers en 2018.
"Esta afición es irreal. Este es un lugar increíble para jugar", agradeció al público Jalen Brunson, quien se ha convertido en el líder del equipo desde su llegada esta campaña desde los Dallas Mavericks.
El cuarto partido de esta serie de la Conferencia Este se disputará el domingo de nuevo en el Madison Square Garden.
"Esto es genial, pero el domingo será un nuevo partido. Queremos mantener esto pero a la vez hay que estar muy concentrados. No nos lo van a entregar, tenemos que tomarlo", subrayó el base cuyo padre, Rick Brunson, fue miembro del último equipo de los Knicks que llegó a las Finales, perdidas en 1999 ante los San Antonio Spurs.