La Barba no tendrá que rascarse demasiado el bolsillo porque 100.000 dólares (92.000 euros) no le suponen nada a quien cobrará 35.6 millones (32.8 millones de euros) esta temporada. Pero la NBA no permite salidas del tiesto como la suya y exige máximo respeto y un comportamiento ejemplar a todos sus miembros.

La sanción económica llega "por sus comentarios públicos el 14 y el 17 de agosto en los que indicó que no desempeñaría los servicios exigidos por su contrato a menos que fuera traspasado a otro equipo", como ha señalado en un comunicado la liga estadounidense. 

"La investigación de la liga, que incluyó una entrevista con Harden, confirmó que esos comentarios hacían referencia a la convicción de Harden de que los Sixers no se amoldarían a su petición de ser traspasado". 

La rajada de James Harden, que había ejercido su opción de jugador para renovar su contrato con la idea de que le facilitaran el traspaso a otra franquicia, a ser posible Los Angeles Clippers, fue la siguiente: "Daryl Morey es un mentiroso y nunca formaré parte de un equipo en el que esté él. Lo repito, Daryl Morey es un mentiroso y nunca formaré parte de un equipo en el que esté él". 

De momento, Harden sigue en los Sixers, pero su destino es incierto.