Los de Arizona, según adelantó Chris Haynes, periodista de TNT, han hablado con el base para comunicarles que no cuentan con él y que en breve será cortado. De su contrato aún pendiente de 61 millones de dólares, sólo tenía garantizados 15.
Paul, pues, debería ser uno de los agentes libres más cotizados de un mercado al que también podrían acudir James Harden o Draymond Green, que tienen opción de jugador para renovar o marcharse de sus actuales equipos, los Sixers y los Warriors, respectivamente.
Nivel a la baja
Pero a diferencia de estos, ha sido decisión del equipo la de echarlo. Su bajada de rendimiento en esta última campaña ha sido notorio. Y su salario y múltiples lesiones no estaban en consonancia con ese ratio calidad-precio. Además, hay que reconstruir el equipo en torno a Kevin Durant y a Devin Booker, incluso con DeAndre Ayton, y había que reducir costes.
Sus números en la 22/23 han sido los más bajos de su exitosa carrera: 13.9 puntos por partido, bajando a 12.4 en playoffs. Aún tiene baloncesto en sus manos y en su cabeza, pero no tanto como para continuar como primer espada en un aspirante al anillo. Deberá resetearse y aceptar un rol secundario si quiere continuar en la NBA.