En China, España conquistó segundo Mundial de su historia. Fue toda una sorpresa porque no quedaba ni rastro de la generación del 80, pero emergió otra liderada por un majestuoso Ricky Rubio que puso el mundo a sus pies.
Ahora, en un nuevo ciclo, con el propio Ricky recuperado para la causa, con los Hernangómez como referentes, con veteranos como Rudy y Llull, con nuevos valores como Santi Aldama, y con la vitola de campeones de Europa, la selección afronta un reto mayúsculo ante equipos "con más talento individual y, sobre todo, físico, pero sabemos de nuestra capacidad de actuar y competir como equipo, en conjunto", ha destacado Sergio Scariolo.
Es ese el gran valor de un combinado que espera encontrar esa química en la cita de Filipinas, Japón e Indonesia. "Tenemos que ir al máximo de nuestra posibilidad para mirar a los ojos a equipos llenos de jugadores de la NBA y de máximo nivel de la Euroliga. Lo que sucedió el pasado verano no necesariamente pasa todos los años. Estamos convencidos de que nuestra forma de ser equipo es algo especial y nos permite muchas veces compensar esa desventaja, sobre todo física, con otros rivales", ha comentado.
Un sueño truncado
Una de las sorpresas del año pasado fue la aportación del nacionalizado exprés Lorenzo Brown. El americano se autodescartó por una lesión que ha roto el sueño que tenía Scariolo de juntarlo con Ricky. "Llevo todo el año pensando lo bonito que hubiese sido jugar con dos manejadores de balón como Lorenzo y Ricky a la vez. No ha podido ser. Ha jugado todo el playoff de la Euroliga infiltrado por un problema en el hombro y ha esperado hasta el último momento, con una tercera opinión de un especialista. Es un grandísimo jugador, una baja muy sensible".
Toca buscar soluciones más tradicionales con el propio jugador de los Cavs. "Es uno de los grandísimos de este equipo, que tiene un compromiso importante y que lleva meses trabajando para llegar en una condición buena a la concentración".
La novedad de Aldama
Para Scariolo, la de Aldama era una novedad natural. "Continúa la línea de la renovación y de la incorporación de nuevas fuerzas y nuevo talento a la selección. Santi ha crecido en las inferiores. Podrá echarnos una mano y volver a meter los dos pies en la selección para mantenerlos muchos años".
Tampoco anda demasiado preocupado por la inactividad de Juancho Hernangómez, sin equipo desde febrero. "Es un valor importantísimo del equipo, un pilar. Podemos contar con él, con su compromiso, con su dedicación, con su talento aunque es lógico pensar que le costará un poquito las primeras semanas".