España desarbola a Brasil en el Mundial con un Juan Núñez estelar y refuerza su ánimo y sus opciones.

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España supera con buena nota su exigente examen ante Brasil y refuerza la ilusión (78-96)
Willy tapona una entrada a canasta del brasileño Meindl.
Willy tapona una entrada a canasta del brasileño Meindl.@BaloncestoESP
Lo dijo en Flashscore Pepu Hernández, seleccionador del equipo español que ganó el primer Mundial en Japón. Tal vez no sea la gran favorita, pero España está preparada para competir y ganar a cualquiera. Brasil era la primera gran prueba de fuego de la fase de grupos. Clasificada como número 13 del mundo, a pesar de la baja de Neto, el choque en el Indonesia Arena iba a servir como un test fundamental de cara a las curvas que llegan.  La demostración coral de los nuestros, con un jovencísimo Juan Núñez en plan estrella (13 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias), refuerzan la opciones de los actuales campeones del mundo. Los de Scariolo vencieron por 18 puntos y ya están en la siguiente fase. Falta ganar a Irán para rematar la faena.

En el primer cuarto, los españoles salieron atenazados. No entraban con facilidad los tiros y los brasileños estaban pegados a los talones continuamente. Ellos llegaron a ponerse tres arriba y se fueron con uno al primer descanso. España necesitaba reaccionar y lo hizo a lomos de Alberto Díaz y de Juan Núñez. El pelirrojo logró meter tres triples y el base madrileño que juega en Alemania subió un punto el nivel en la dirección para poner por delante a La Familia y tomar una ventaja de 10 puntos. 

El joven de 19 años que juega en el Ratiopharm Ulm alemán está demostrando que no le puede la responsabilidad de sustituir al gran Ricky Rubio. Entre él y Alberto, con la ayuda inestimable y la experiencia de Sergio Llull en los minutos de calidad que aporta, están cubriendo una baja importantísima. Por cierto, el espíritu de Ricky está presente, ya que una camiseta suya preside el vestuario de la selección en sus partidos en Jakarta. 

Bruno Caboclo, el ala pívot del Venezia italiano era un quebradero de cabeza continuo para la selección y se fue al descanso con 13 puntos, 8 rebotes y una sensación de peligro permanente. 

Con los hermanos Hernangómez en segundo plano, Rudy Fernández aprovechó al máximo los 8 minutos de los que dispuso para anotar dos triples y una canasta de dos sin fallo. 100% de acierto y 8 puntos importantísimos para el gran capitán. Algo menos acertado estuvo su “hermano” brasileño, Marcelinho Huertas, gran amigo del mallorquín desde que coincidieron en Joventut de Badalona. 78 años y 10 Mundiales disputados suman entre los dos. La sequía preocupante del tercer cuarto la rompió Juancho Hernangómez con un gran triple que mantenía a España con una cómoda distancia de 9 puntos. El velocísimo Yago Santos y el poderoso Cristiano Felicio mantenían a Brasil con opciones. 

A pesar del poco acierto ofensivo, la defensa y la intensidad mantenían arriba a los de Scariolo. Al final del tercer cuarto, España llevaba 9 robos de balón por ninguno de los brasileños. Leonardo Meindl logró un triplazo sobre la bocina para dejar a los americanos a 5 puntos a falta de diez minutos.

No quería disgustos La Familia y salieron con mucho vigor y concentración en el tramo final. La agresividad de Usman Garuba resultó contagiosa para el resto y el ex NBA (ahora libre) tiró del carro en los momentos más importantes. El impresionante Juan Núñez, que juega un Mundial como una pachanga en su barrio, logró un 3+1 para rematar un gran partido. Aldama y Willy se sumaron al caudal ofensivo del equipo nacional. 

La defensa de España, una vez más, fue la base para construir una gran actuación y minimizar los mayores peligros de los brasileños. La victoria final por 18 puntos (78-96) sirve como estímulo importantísimo para rellenar con gasolina súper el depósito de la ilusión de cara a los nuevos desafíos que se aproximan.  

Canadá y Letonia esperan en la siguiente fase, tras la debacle de Francia. Es muy importante llegar con tres victorias a ese momento para tener colchón en previsión de algún posible tropiezo. Por tanto, ante Irán no cabe la posibilidad de relajarse. Ocupar una de las dos plazas que dan acceso a cuartos de final será el gran objetivo. De momento, el camino es el correcto.