El jugador, que ya había jugado en el Barça, se marcha con una Copa de Europa, una Liga y dos Supercopas de España bajo el brazo en los dos años que vistió la elástica blanca.
A sus 34 años ha desempeñado un rol fundamental, sobre todo cuando se lesionó Williams-Goss, que logró rendir como base a la perfección. Su capacidad defensiva también ha sido siempre uno de sus puntos fuertes.
Durante su última temporada ha promediado 5 puntos, 1,9 rebotes 1,3 asistencias, 1,1 recuperaciones y 4,5 de valoración en la Liga Endesa, mientras que en la Euroliga logró una media de 4,2 puntos, 1,8 rebotes, 1,7 asistencias, 0,6 recuperaciones y 4,1 de valoración.
La marcha del húngaro tendrá una contrapartida: el fichaje de un tirador puro. Uno delos nombres que baraja la dirección deportiva del club es el de Kyle Guy, que no seguirá en el Joventut de Badalona y ha realizado un espectacular final de temporada.
En el proceso de reestructuración de la plantilla habrá más cambios. No será en el banquillo porque Chus Mateo, tras la conquista de la Euroliga, cuenta con el beneplácito de Juan Carlos Sánchez y Alberto Herreros, los máximos responsables de la sección.