El dominio continental de los de Chus Mateo, con su mayor profundidad de banquillo y la experiencia de la vieja guardia, amenaza con quedarse también en España después de alcanzar la undécima final ACB en las últimas 12 temporadas. Brutal. Y eso que tuvo enfrente al mejor Joventut de la última década. Pero los verdinegros, dignísimos rivales, no aguantaron el ritmo final y terminaron claudicando.
Desde el salto inicial ya se vieron las intenciones del Joventut. Costase lo que costase, había que mitigar el efecto Tavares. Y, de paso, aprovechar la hostilidad que el público badalonés mostró de nuevo -aunque esta vez sin insultos- ante su nuevo enemigo público número uno, Yabusele.
El plan salió bien, pues el caboverdiano se quedó a 0, sin poder recibir balones en la zona. Sufría el Madrid, que tuvo que tirar de Rudy para contener a la Penya en un primer cuarto en el que destacaron más las defensas. De ahí los pocos tiros y el 17-17 con el que finalizó.
En el segundo, los de Durán, con Joel Parra desatado pero sin los puntos de Kyle Guy, sacaron más músculo aún para proteger su aro. Pero incluso sin Tavares enfrente, se dejaron atrapar muchos rebotes ofensivos, hasta seis. Demasiadas oportunidades para un rival negado en el tiro exterior (0/5 Hezonja, 3/13 global), pero que volvió a encontrar en la vieja guardia -15 puntos entre Chacho y Llull- el antídoto ideal para la ilusión verdinegra. Al descanso, 35-38.
Acelerón madridista
Necesitaba el Madrid más paciencia para leer la defensa rival. Requería más agresividad el Joventut para cerrar su rebote. Pues ni una cosa ni la otra. Lo que decantó la balanza tras volver a la cancha fue la defensa de los de Chus Mateo. Las pérdidas locales, y los consiguientes puntos en transición, comenzaron a reflejarse en el electrónico (41-53).
Probó Durán, aprovechando que los blancos seguían negados desde el triple, con una defensa zonal. Pero fue ponerla y anotar Sergio Rodríguez y Yabusele dos consecutivos para poner un +15 de distancia que se quedó en uno menos al final del cuarto (49-63).
Dos antideportivas desperdiciadas
Con 52-66 (min. 31), el Madrid rozaba ya la final. Pero dos antideportivas en una misma acción, una de Chacho más que discutible y otra de Hezonja más que clara, subieron la temperatura ambiental. Los de Badalona, sin embargo, desaprovecharon el momento y los campeones de Europa volvieron a escaparse (56-71), ya de manera definitiva.
Cualquier intento por acercarse en esa recta final era repelido por un Hezonja que despertó de su letargo para anotar 14 puntos en el último cuarto. Al final, 73-94 y el Real Madrid que volverá a estar en una final, la undécima en los últimos 12 años.
Joel Parra, con 17 puntos, 6 rebotes y 20 de valoración, fue el mejor del Joventut. En los madridistas, varios pilares. El más valorado, a pesar de la buena defensa recibida, Tavares, con 9 puntos, 10 rebotes y 28 de valoración. Pero destacable también los 16 puntos y 6 rebotes de Musa y los 15 puntos y 7 asistencias de Sergio Rodríguez.
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