El Barça evita la remontada blanca y se lleva el Clásico para volver a ser líder (97-82)

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Más
Publicidad
Publicidad
Publicidad
El Barça evita la remontada blanca y se lleva el Clásico para volver a ser líder (97-82)
Mirotic fue el máximo anotador azulgrana.
Mirotic fue el máximo anotador azulgrana.
acb Photo / S. Gordon
El equipo azulgrana se hizo fuerte en casa para derrotar a los blancos por 97-82 y, de este modo, recuperar el liderato en la Liga Endesa. La primera parte, con un Musa desatado, estuvo muy igualada, pero los culés regresaron de los vestuarios como una apisonadora y fueron superiores, aunque los madridistas intentaron la remontada que finalmente no llegó.

Con el regalo que supuso para ambos equipos la derrota del Baskonia por la mañana, el Clásico cobraba una especial importancia para que uno de los dos equipos regresara al liderato, aunque fuera compartido con los vascos, de la clasificación.

Chus Mateo quiso meter centímetros desde el inicio en el Palau y salió sin un base puro para poder atacar con más músculo el aro y también para cubrir su propio aro con poderío físico, aunque la falta de un director de orquesta provocó más pérdidas de balón de la cuenta

De ello se aprovechó bien pronto el Barcelona, con muchos espacios para lanzar desde media y larga distancia con comodidad y que no tardó en ponerse arriba con un buen comienzo de Vesely.

Pero mediado el primer cuarto y propiciado en parte por la lesión de Higgins, Jasikevicius apostó por el “small ball” y quiso echarle un pulso táctico a su homólogo en el banquillo madridista poniendo a tres pequeños en pista. No le salió bien, puesto que esto hizo que Hezonja pareciera que jugaba contra niños y fue el protagonista de un parcial de 15-2 con el que los blancos acabaron con 17-24 a su favor.

Musa, impacto instantáneo

Esta renta tampoco es que durase mucho porque el equipo catalán mejoró y apostó por un mayor juego interior con la entrada de Sanli y la genial dirección de Satoranksi, que se fue al descanso con 10 puntos (igual que Mirotic).

El único motivo de que los culés solo se fueran con un +1 (47-46) al vestuario tuvo un nombre propio: Musa, que parecía imparable y en un abrir y cerrar de ojos anotó 16 puntos saliendo desde el banquillo para mantener, junto con los 11 tantos de Yabusele, a los suyos en la lucha.

Festival culé tras el descanso

La tercera falta de Tavares, que cometió al poco de comenzar la segunda parte, hizo que los ánimos de los locales se multiplicaran y se sintieran mucho más cómodos en ataque. Ante las ayudas de los compañeros del caboverdiano en la pintura para que no se cargase de personales, habida cuenta de que el Madrid no tenía un pívot suplente tras la operación de apendicitis de Poirier, los azulgranas castigaron con triples y con una gran defensa a pesar de que Musa quiso volver al rescate, pero esta vez sin éxito porque poco a poco, la distancia fue creciendo hasta el +17 (76-59) que llegaron a tener a su favor en el tercer periodo.

Parecía que ya estaba todo hecho y que iba a ser coser y cantar para el Barcelona, pero los hombres de Jasikevicius posiblemente no contaban al comienzo del último cuarto con un parcial de 11-0 para los blancos, liderados por un Yabusele gracias a su superioridad física aplastante, que hizo que los madrileños se acercasen a solo cuatro puntos (78-74).

Pero fue nadar para ahogarse en la orilla, puesto que las eliminaciones por faltas de Hezonja y de Tavares le dejaron el triunfo en bandeja de plata al equipo catalán, que no tardó en recuperar los dobles dígitos de renta y que solo tuvo como nota negativa la lesión de Abrines, que se tuvo que retirar doliéndose de su rodilla.

Musa, con 23 puntos, cinco rebotes y tres asistencias, y Yabusele (19-4-2) fueron los máximos anotadores de los de la capital, mientras que Mirotic destacó por parte local con 23 tantos y seis capturas y estuvo muy bien escoltado tanto por Satoransky (18-5-9) como por Laprovittola (14-4-8).