Alberto Díaz (29), ya en Málaga tras la eliminación de La Familia en la segunda fase del Mundial, está dando pasos hacia un camino que está reservado para unos pocos elegidos: el de ser una leyenda en el club de su ciudad. Vinculado hasta el 30 de junio de 2028, lo que plantea un escenario muy probable de retirarse ante su afición, aspira a seguir siendo clave a las órdenes de Ibon Navarro, un entrenador que tiene la fortuna de poder dirigir a casi el mismo grupo que en la pasada campaña.
"Para mí es un día muy bonito y especial. Me supone una gran alegría. Quiero dar las gracias a Antonio (Jesús López Nieto) y a Juanma (Rodríguez) por hacerlo todo tan fácil. Aunque parezca que ha sido muy largo en el tiempo, hemos estado muy tranquilos y es un buen síntoma de lo cómodo que estoy. Agradezco el apoyo que me han dado dentro y fuera de la pista", explicó el internacional español en rueda de prensa.
Además, hizo referencia a la singularidad del (largo) acuerdo pactado, algo atípico en el baloncesto actual, lo cual demuestra la confianza depositada: "En los tiempos que corren, un contrato de larga duración como el mío no se ve, y quiero agradecerlo porque como jugador es una responsabilidad y un orgullo que cuenten conmigo para un tiempo tan largo en un mundo deportivo en el que todo puede cambiar muy rápido. Queda Alberto para rato todavía".
Berni y Cabezas, "referentes"
Es consciente de su papel en el equipo, cada vez más relevante. "Ahora soy un veterano en la plantilla, y ha sido una decisión importante porque quizá sea acabar mi carrera en el club que quiero y que amo, y por ello le das más vueltas. Han hecho todo lo que han podido para que yo me sintiese cómodo y yo lo he sentido así. Es una situación que he meditado mucho, pero tenía claro que quería estar aquí", explicó el base criado en Los Guindos.
Hizo referencia, por otro lado, a dos figuras históricas como Berni Rodríguez y Carlos Cabezas: "Como niño he vivido la generación de ambos. Siempre han sido los referentes aquí y uno sueña con estar a esa altura o representar al club de esa manera. Creo que lo puedo conseguir, que estoy en ello. Es un orgullo, algo que quiero transmitir a los jóvenes, que con trabajo e ilusión todo se puede lograr. Y si puedo ser un espejo para ellos, para que vean que se puede dar el paso al primer equipo y luchar con tu ciudad y tu equipo, pues mucho mejor".
"Ha sido muy fácil, todo está prácticamente igual, excepto Kameron Taylor, que es una persona maravillosa y un jugador increíble. Vengo con las pilas cargadas, con muchas ganas de una temporada muy ilusionante. Será complicado igualar el curso pasado, pero el objetivo sigue siendo el mismo. Que la gente disfrute, llenar el Carpena, pelear cada partido como si fuese el último y, por qué no, intentar hacer cosas bonitas. Estoy convencido de que este equipo lo dará todo y que, si tenemos una posibilidad, iremos a por ella", concluyó Díaz en una jornada muy especial para él.