La cara fea, la de la guerra por su cuenta en ataque y la de defensa sin intensidad. Esa es la que mostró el Valencia en Atenas ante un Panathinaikos que lo tuvo muy fácil para llevarse la victoria desde el comienzo. 

Ya en el primer cuarto el 21-10 lo decía todo. Las rotaciones, con la entrada de Claver y Touré, dieron más energía en su propia zona, pero poco duró, pues la diferencia aumentó hasta los 18 en el segundo (36-18, min. 13), que se quedó en 15 al descanso (49-35).

Lo que dijo Mumbrú a sus jugadores en el vestuario les sentó aún peor porque volvieron a encajar un 11-3 que ya sentenció definitivamente el duelo (62-40). Los griegos se relajaron y los taronja fueron capaces de bajar la renta a 9. Pero en ese momento volvieron a apretar los locales para demostrar la diferencia entre querer y no querer. 

El mejor de los ganadores fue Lessort, con 17 puntos y siete rebotes, junto a Sloukas, que sumó 12 puntos y repartió nueve asistencias. Por parte valenciana, sólo se puede salvar Ojeleye, con sus 16 puntos.

Con esta derrota, el Valencia se queda con un balance de 5-5, fuera de los ocho puestos que dan acceso a los playoffs. El Pao asciende al cuarto puesto, con 6-4. 

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