La evidente fragilidad mental y, aparentemente, también física de Badosa (24) se ha hecho palpable especialmente a final de temporada, no en vano lleva perdidos ocho de sus últimos 10 encuentros y no puede estar en un peor momento tanto anímico como tenístico. Con la de este jueves ante Azarenka, que se había llevado el primer set por 6-2 en tan solo 29 minutos de juego, ya van cuatro las veces que la española se ha retirado este año (todas cuando iba por detrás en el marcador).

"Siento mucho no haber podido continuar, pero llevo días enferma. He intentado recuperarme por todas las vías y no ha sido posible, mi cuerpo dijo basta. Estoy muy triste de irme porque me hacía ilusión competir aquí en Guadalajara, de donde guardo recuerdos bonitos. Jugar en Guadalajara para mí es como jugar en casa. Lo siento mucho por todos los fans que estaban ahí, sois unos de los mejores públicos que existen. Gracias por hacerme sentir tan querida", comentó la española después del partido.

Además, la actual número ocho del mundo (aunque perderá más posiciones la semana que viene) hizo autocrítica y parece tener claro sus puntos débiles de cara a poder trabajar en ellos: "Debo aprender de la experiencia de este año, difícil, duro, que ojalá sea un antes y después en mi carrera. Necesito gestionar la presión. Tengo margen de mejora y espero superarme para llegar a ser la número uno".

Sin opciones de jugar las WTA Finals

Su marcha de Guadalajara acabó con las opciones que tenía de clasificarse para las WTA Finals de Forth Worth (Estados Unidos) que se disputarán entre el 31 de octubre y el 7 de noviembre, donde las mejores tenistas del año se medirán para saber cuál reina sobre las demás. El torneo se jugará. 

Badosa tratará de acabar con un mejor sabor de boca una temporada tan complicada para ella ayudando a la selección española capitaneada por Anabel Medina, que jugará la Copa Billie Jean King en Glasgow (Escocia) del 8 al 13 de noviembre y donde España debutará el 9 ante Kazajistán.