Pelo corto a los lados y un poco alborotado arriba, mirada limpia y sonriente.
Mirándole, cuando se quita el casco y se baja de su Ferrari en los boxes del circuito de Yeda, Oliver Bearman parece aún más joven de los 18 años que cumplió el 8 de mayo. Pero los que le conocen bien le describen como ya preparado para pilotar un Fórmula 1 porque "es un piloto predestinado". Y, efectivamente, el destino le ha besado: es el sustituto de Carlos Sainz en el coche rojo en el Gran Premio de Arabia Saudí.
El español tuvo que ser operado de urgencia de apendicitis y por ello dejó su sitio al joven inglés, tercer piloto oficial de la escudería de Maranello.
Los compañeros del joven británico son, en el mejor de los casos, pilotos noveles a los que la ley prohíbe conducir coches grandes. En cambio, el británico se encuentra conduciendo un monoplaza de Fórmula 1 de 1.600 caballos. Sin embargo, las paradojas del circo permiten a todos soñar.
Recordman de Fórmula 4
En su debut en los entrenamientos libres, Bearman marcó el décimo mejor tiempo de la parrilla. En la clasificación oficial se quedó 11º, fuera de la Q3. No está mal para un novato. Pero es que el día antes, en Yeda, había logrado la pole en Fórmula 2.
El inglés, sin embargo, no podrá participar en la carrera al estar comprometido con Ferrari en la Fórmula 1. Llegó a la Rossa en 2021, gracias a la Ferrari Academy, que selecciona a los mejores talentos de todo el mundo.
Nacido en Chelmsford, como tantos otros pilotos, se inició en los karts, donde pasó por un largo periplo hasta 2019.
En 2020 compitió en el campeonato de Fórmula 4 en Alemania, y en 2021 dobló ese compromiso compitiendo también en el campeonato italiano: ganó ambos, convirtiéndose en el primer piloto en proclamarse campeón en los dos en la misma temporada.
En 2023 pilotó por primera vez un Fórmula 1, participando en dos sesiones de entrenamientos libres con el Haas propulsado por Ferrari.
A principios de este año, fue oficializado como tercer piloto de Ferrari. Bearman, cuyo apodo es Ollie, es el piloto británico más joven en debutar en la F1. Utilizó el número 38, que se había usado 12 veces en la historia de Ferrari: la primera en 1950 en el GP de Mónaco por Luigi Villoresi y la última, de nuevo en Mónaco, en 1962 por Lorenzo Bandini.