"Lawrence no está contento. Pero tampoco nosotros estamos contentos. Nadie está contento". Con estas palabras al medio Motorsport-Total, Michael Krack, director deportivo de Aston Martin, puso en duda la continuidad del proyecto de Stroll. El canadiense, propietario de un 25% de las acciones, se encuentra inconforme con el rendimiento que evidenció la escudería después del parón veraniego: ninguna de las mejoras funcionó. El podio se va escapando y no se ha obtenido ninguna victoria en un GP en lo que va del año. 

Aramco, petrolera saudí y actual patrocinador del equipo, está pensando en hacerse con las acciones de Stroll. La operación, según medios, ronda los 800 millones de euros. Stroll, al parecer, tomaría la medida por razones personales: su hijo, Lance, la está pasando mal y piensa en dar un paso al costado de la Fórmula 1. 

Los rumores potenciados por F1-insider (muy criticados) aseguran que la petrolera ya está negociando la compra de las acciones. Amin Hassan Nasser, presidente de Aramco, tiene una buena relación con Fernando Alonso. Lo felicitó por su podio en Jeddah y se entiende bien con él. El español, en ese contexto, no vería afectado su futuro en caso de concretarse la operación.