La Federación Francesa de Atletismo (FFA) anunció entonces la noticia de que los aficionados franceses venían días temiendo, desde que se conoció que tenía problemas en el tendón de Aquiles del pie izquierdo.
El propio Kevin Mayer (31 años) había explicado esta semana que no asumiría riesgos en este Mundial, a once meses de los Juegos Olímpicos de París.
Después de participar en los 100 metros y el salto largo, y antes de la tercera prueba del decatlón, el lanzamiento de bala, optó por dar un paso atrás.
Francia sufre así un duro golpe en este Mundial de Budapest, donde sigue con el contador a cero de medallas. Mayer, que en el Mundial de Eugene en 2022 había logrado con su oro el único metal de la delegación tricolor, se presentaba como su gran esperanza para salvar el honor.
Mayer, subcampeón olímpico tanto en 2016 como en 2021, tiene como gran objetivo el oro en la cita de París. En el pasado ya vivió grandes desilusiones, abandonando también en pleno decatlón en el Mundial de Doha. Durante el Europeo del año pasado en Múnich abandonó igualmente en el inicio, solo unas semanas después de haberse coronado campeón del mundo.