El noruego, que defendía su corona universal, esperó agazapado en la última vuelta mientras Katir lanzaba un ataque demoledor en los últimos 300 metros.
En la contrarrecta, el español entró primero, con unos metros de ventaja sobre el grupo de africanos en el que ya sobresalía Ingebrigtsen, que se lanzó a por él. Todavía aguantó, apretando los dientes y los puños, intentando alargar la zancada para imprimir la máxima potencia, dejando los últimos restos que le quedaban de energía.
Pero el gran favorito llegó una pizca más fresco y a 10 metros de la meta rebasó a su oponente para revalidar su título con 13:11.30, sólo 14 centésimas más rápido que Katir. El bronce fue para el keniata Krop.
Lejos de estar decepcionado por ver cómo se le escapaba el oro en el último suspiro, Katir celebró el segundo lugar con todo el orgullo posible. No era para menos después de la exhibición que había dado en el tartán.
"Cada vez estoy más cerca de Jakob. El año pasado fui bronce, en este, plata. A ver si el año que viene, que es olímpico, puede llegar el oro", dijo Mo Katir a los micrófonos de RTVE.
Es la quinta medalla española en el Mundial de atletismo de Budapest 2023 después de los cuatro oros conseguidos en la marcha.