Los campeones de África aterrizaron en Catar con la mala noticia de la lesión de Sadio Mane (30), su gran estrella dentro del terreno de juego. Rápidamente les quitaron sus posibilidades de hacer un buen torneo. Su debut contra los Países Bajos -derrota 2-0- no ayudó a disipar el pesimismo.
Sin embargo, lo que la mayoría no sabía es que la verdadera fuerza de Senegal procede de su banquillo. Allí se encuentra su entrenador, Aliou Cisse. Fue una estrella cuando jugaba y los jugadores confían plenamente en él.
Él, que sabe como nadie lo que es un Mundial, supo levantar a sus futbolistas para recomponerse y meter a los ‘Leones de la Teranga’ por segunda vez en su historia en unos octavos de final. La garra que demostraron frente a Ecuador solo la pudo transmitir alguien con un aura especial para los grandes momentos.
¿Cómo no iba a saber dónde se encontraba el bueno de Aliou? Fue el capitán de la primera selección senegalesa que clasificó para la gran cita y también pionero llegando a octavos. De hecho, alcanzó los cuartos de final en aquel inolvidable torneo en el que debutaron ganando a la Francia de Zinedine Zidane (50), otro exfutbolista con estrella en el banquillo, por 0-1.
Es la referencia indiscutible de la selección de Senegal. Mientras le tengan a él, parece que no importa qué jugador falte. Desde la experiencia, se ha ganado el respeto de sus hombres. Un bagaje que le hizo saber cómo ganar la Copa de África tras haber perdido como capitán la primera final continental en la que compareció su país.
Poder Africano
Siempre ha reivindicado el trabajo de los entrenadores africanos y ello le ha convertido en uno de los estandartes futbolísticos de un continente muy necesitado de alegrías: “Soy el único técnico negro en este torneo y es una realidad dolorosa que me molesta. Creo que el fútbol es universal y que el color de la piel tiene poca importancia en el juego”, dijo durante Rusia 2018.
Ahora, cuatro años después, esa voz se ha oído y los cinco técnicos de los seleccionados africanos presentes en Catar son naturales de este territorio. Un gran avance para un fútbol que cada vez llama a la puerta con más fuerza y convicción.
Todo ese peso lo ha llevado un Aliou Cissé que también se ha convertido en esta cita en el segundo africano de siempre en comparecer en unos octavos de final de la Copa del Mundo después del nigeriano Stephen Keshi. Es el emblema de Senegal y de toda África.