Sergio Agüero (34), presente en el Mundial de Catar como aficionado con privilegios por su recorrido con la selección de Argentina, regresará a los terrenos de juego para participar en la Noche Amarilla del Barcelona de Guayaquil, una fiesta para inaugurar la nueva temporada. Se celebrará el próximo 28 de enero en el Estadio Monumental Pichincha, con el Orense como rival. 

El propio delantero se pasó por el canal de Twitch del club ecuatoriano, un medio que conoce y controla a la perfección porque suele dedicar mucho tiempo a este canal, y explicó cómo se fraguó este movimiento que tanta euforia ha generado entre los aficionados del club. "Salí a comer en Catar y estaba viendo el primer partido de Ecuador en el Mundial. Unos hinchas del Barcelona me reconocieron y me pidieron que viniera a la Noche Amarilla", indicó con mucha naturalidad.

Su participación ha generado cierta sorpresa porque el jugador tuvo que colgar las botas debido a sus problemas de corazón, pero tranquilizó a las masas al explicar cuál es su situación médica y aclaró que va a estar en plenas condiciones para disputar este encuentro, que nada tiene que ver con los cientos que ha jugado como deportista profesional: "Tengo controles del cardiólogo, estoy muy bien y ya empecé a entrenar, así que podré jugar. Espero divertirme y sentir de nuevo la cancha".

Agüero se terminó de ganar a la afición del Barcelona S.C. cuando dijo que tiene muchas ganas de poder pasarlo "bien con los hinchas". Además, añadió que ya espera "con ansiedad" que llegue el día porque va a revivir unas sensaciones que, sin lugar a dudas, le van a provocar mucha nostalgia, no solo por estar sobre un terreno de juego y, en cierta manera, competir, sino por estar ante miles de aficionados en un estadio con capacidad para acoger a casi 60.000 personas.