El Leverkusen, campeón de la Bundesliga y finalista de la Copa de Alemania el 25 de mayo, disputó su 49º partido sin conocer la derrota en todas las competiciones, superando así el antiguo récord europeo del Benfica, establecido entre 1963 y 1965.

El equipo logró este hito tras remontar dos goles en los últimos minutos del encuentro contra el Roma(2-2) y asegurarse el pase a la final del 22 de mayo en Dublín por un resultado global de 4-2.

"Jugaremos dos finales en una semana", declaró Alonso. "Hoy hemos demostrado un gran carácter después de su segundo gol. Miré a mis jugadores a los ojos después y vi que querían más".

"Todavía tenemos la oportunidad de ganar tres títulos. Y mis chicos se merecen los tres títulos".

El Leverkusen tuvo una pizca de suerte, ya que el defensa del Roma Gianluca Mancini desvió el balón a su propia portería en el minuto 82.

El suplente Josip Stanisic marcó el gol del empate justo antes del pitido final, y envió al Leverkusen al libro de los récords.

"Sin duda, uno de ellos. Sabíamos lo que nos jugábamos, teníamos muchas ganas de llegar a la final, y creo que eso se ha notado hoy a lo largo de los 90 minutos", declaró el internacional croata Stanisic.

"No creo que al final nos hubiera importado perder y seguir avanzando, porque realmente queríamos llegar a la final, pero así es aún más bonito".

Para el Roma, la oportunidad de meterse en una segunda final consecutiva de la Europa League tras la derrota de la temporada pasada ante el Sevilla en los penaltis se escapó en los últimos minutos del partido.

"Cuando consigues remontar un 2-0 y acercarte al milagro, sabiendo que nadie les ha ganado esta temporada, duele vernos encajar un gol así. Duele", declaró a Sky Sports Italia Daniele De Rossi, entrenador del Roma.