El Villarreal llegaba al último partido de la jornada 23 de LaLiga Santander en medio de su peor racha en lo que llevamos de siglo XXI, con cuatro derrotas consecutivas que le habían comenzado a alejar de los puestos europeos. Por esto, no parecía que un equipo con el agua al cuello como es el Getafe, penúltimo en la tabla pese a llegar con cinco puntos en sus últimos tres partidos, fuera a ser un rival sencillo para los locales con su habitual táctica defensiva que, previsiblemente, también emplearía en el Estadio de La Cerámica.
Y así fue. Como era de esperar, los de Quique Setién comenzaron el choque con la idea de controlar el partido mediante la posesión de balón, aunque con escaso peligro al mover el esférico con poca velocidad, lo que era un regalo para unos azulones acostumbrados a desesperar a sus adversarios con su pegajosa defensa.
Chukwueze eclipsó el golazo de Ünal
Tan cómodos estaban los madrileños en los primeros minutos, que se vieron con ganas de más y tuvieron premio. Un centro preciso de Djené desde la banda derecha encontró la cabeza de Enes Ünal, que conectó un testarazo inapelable para Pepe Reina por mucho que este se lanzó para detenerlo.
No pudo comenzar peor el conjunto groguet, tan frío como su estadio, con más butacas amarillas visibles que aficionados en las gradas, por lo que era necesario un ejercicio de profesionalidad mayor que nunca si querían sacar un resultado positivo.
Pudo ser peor para ellos, porque ante su inoperancia en ataque, el Getafe vio que hacía daño cada vez que salía de la cueva y Maksimovic estuvo cerca de marcar el segundo en dos ocasiones, aunque como suele ocurrir en estos casos, de un posible 0-2 se pasó inmediatamente al empate cuando Chukwueze, tras una buena jugada colectiva, aprovechó un rechace de Soria ante el disparo de Capoue para marcar cuando más duele, justo antes del descanso.
Tanto daño les hizo el gol de los castellonenses a los madrileños, que los primeros salieron tras la reanudación con una cara completamente diferente a la mostrada en los 45 minutos anteriores sabiendo que tenían a sus oponentes tocados.
Y fue el mejor jugador del partido, Chukwueze, el que hizo que se rompiera la igualada. Volvió loco a Gastón por la derecha con una serie de amagos y fintas, llegó a la línea de fondo y se la puso a Morales para que el Comandante solo la tuviera que empujar desde la frontal del área pequeña para premiar la mayor valentía de los amarillos con el 2-1.
Mayoral tuvo el empate con una gran volea
Con este escenario, los azulones se vieron obligados a dar un paso al frente, aunque les costó demasiado y sus llegadas al área rival casi siempre eran bien cubiertas por Albiol, Foyth y compañía sin ningún problema salvo en un tremendo disparo de volea de Mayoral que solo el larguero pudo frustrar.
Al estilo Setién, el Villarreal, si no veía la posibilidad de buscar alguna contra, lo que intentaba era dormir el partido tocando y tocando para defenderse con el balón y le fue bien, porque lo crucial era conseguir los tres puntos con los que acabar con la pesadilla de las últimas semanas y eso logró.
Los minutos finales también sirvieron para que Gerard Moreno, que volvía tras dos partidos ausente por lesión y sustituyó a un ovacionado (y con razón) Chukwueze, fuera cogiendo minutos de rodaje de cara al final de temporada, donde los suyos le necesitarán más que nunca si quieren seguir aspirando a competir en Europa la próxima temporada. De momento, la victoria ante el Getafe les deja en la séptima posición igualados a 34 puntos con el Rayo Vallecano, que es sexto y cierra los puestos europeos.
Por su parte, los pupilos de Quique Sánchez Flores se llevaron un jarro de agua fría tras la victoria ante el Valencia de la semana pasada y el gol inicial en La Cerámica. La derrota les deja en la penúltima plaza de LaLiga, a dos puntos de una salvación que está más cara que nunca, puesto que hay seis equipos en cuestión de cinco puntos.
Jugador Flashscore del partido: Samu Chukwueze.