Ha ido apurando, intentando recuperarse, forzar, quizás incluso más de la cuenta. Pero finalmente su cuerpo ha dicho basta, que es mejor descansar y reposar, como decidió de manera dolorosa Rafa Nadal. 

La tenista española, nacida en Nueva York, ha anunciado este sábado que no podrá jugar en Flushing Meadows, en su ciudad natal. Y tampoco lo hará en el resto de torneos de este año. 

"Después de estar luchando muchos meses para volver a competir, doy por finalizada mi temporada. Los que me conocéis sabéis lo mucho que me gusta competir y lo difícil que ha sido tomar esta decisión. Hemos estado todo junto a mi equipo pero el dolor no me está dejando avanzar", ha publicado en un comunicado en las redes sociales. 

El mensaje lo concluye con la esperanza de regresar en 2024 y con el agradecimiento a quienes la acompañan a diario. "Gracias a la gente que sigue a mi lado en estos duros momentos. Nos vemos el año que viene, más fuerte que nunca".