Pese a que Adrian Mannarino terminó ganando su partido de la United Cup contra el italiano Lorenzo Sonego (6-4, 6-4), hubo momentos del encuentro en los que no estuvo nada conforme con el juego que estaba desplegando sobre tierras australianas.

En uno de sus fallos, el enfado se le fue de las manos al francés y acabó autolesionándose... ¡Con su propia raqueta! Decidió que era buena idea golpearse en repetidas ocasiones con el mango de su herramienta de trabajo para volver a concentrarse en el choque.

La escena desembocó en una brecha derramando sangre en la frente del número 22 del ranking ATP. Una imagen que, aunque sólo quedó en anécdota, no deja de sorprender, ya que hay ciertos tenistas que recurren a hacerse daño para alcanzar ciertos estados de autocomplacencia con los que enfocar su juego. 

Inmediatamente se trasladó a la memoria de muchos el incidente del Masters de Miami 2008 en el que el ruso Youzhny se golpeó también la cabeza hasta abrirse una herida sangrienta que conmocinó a propios y extraños. En aquella ocasión, el rival que tuvo que presenciar el esperpento desde el otro lado de la pista resultó ser el español Nico Almagro.