Carlos Alcaraz (20) sigue adelante en el Masters 1000 de Toronto después de superar a Hubert Hurkacz en más de dos horas y media. Había vencido a Ben Shelton con cierta autoridad (6-3 y 7-6/7-3) y ahora le tocaba enfrentarse a un oponente con bastante más experiencia. El billete a los cuartos de final no iba a ser barato por el mero hecho de liderar el ranking de la ATP.

Todo se torció desde el principio. Le costó encontrar el ritmo y no hubo perdón al otro lado de la pista (0-3). Dos bolas de break pudieron traducirse en el 2-3, lo cual hubiese provocado un importante giro de guion, pero finalmente llegó el 1-4 y se mantuvo una importante brecha que en ningún caso salvó el murciano. Al final, 3-6 y derrota provisional ya sin apenas margen para el fallo. 

Es en los peores momentos cuando la mejor versión de Alcaraz acostumbra a aparecer. Perdió el servicio en su primer saque y lo recuperó de forma inmediata. El intercambio de golpes se mantuvo hasta el desempate, donde toda la presión recaía sobre sus hombros. Con solvencia, firmeza y contundencia, impuso un 7-2 que le permitió prolongar el duelo.

Al contrario que en los otros dos sets, el definitivo estuvo dominado por el campeón de Wimbledon, capaz de sacar la cabeza en una situación adversa y, después, verse a un paso de la victoria gracias a un 5-2 que parecía dejar el triunfo a un paso. Fue entonces cuando el polaco reaccionó y se adjudicó hasta cinco puntos consecutivos -frustrando dos pelotas de partido-. En la fase decisiva, como minutos atrás, reinó el de siempre con un 7-3 que vale el billete a cuartos. Se medirá a Tommy Paul.

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