Los dos mejores gladiadores sobre la arena del Foro Itálico romano, los dos tenistas que amenazan con formar un Big Two que domine el mundo de la raqueta la próxima década, los dos que se repartieron el pasado años los cuatro Grand Slams. Sinner y Alcaraz, Alcaraz y Sinner, frente a frente.
Es la final soñada por muchos, los primeros los dos protagonistas, deseando volver a medir fuerzas. El español fue el primero en superar su semifinal derrotando en su casa a Musetti. Valiente el murciano, que en muy pocas ocasiones tiene al público en contra. También le pasará en el duelo ante un Sinner que se tuvo que desgastar para remontar el set inicial.

Y qué set. Tommy Paul destrozó al número 1 del mundo, que regresaba en este torneo a la competición tras su sanción de tres meses por dopaje, infringiéndole un 1-6 en menos de media hora. Solo a última hora pudo rascar ese juego que salvó el rosco. Pero la reacción de Sinner fue apoteósica. No sólo igualó el partido ganando el segundo set sino que lo hizo con un 6-0, sin compasión. Y eso que tuvo que levantar dos bolas de break en el tercer juego. Lo consiguió y ya no paró.
Todo se iba a resolver, pues, en el tercero y definitivo. Pronto se vio el del Tirol con 3-0 tras romperle nuevamente el saque. Pero Tommy Paul se rehízo y recuperó el break. Por desgracia para él, no pudo consolidarlo con su servicio y de un 3-3 se pasó al 4-2 que ya fue imposible de levantar para el americano. Llegó a salvar dos bolas de partidos en el octavo juego, pero en el siguiente Sinner no perdonó con su servicio y selló la victoria a la primera ocasión que tuvo por 1-6, 6-0 y 6-3.