Carlos Alcaraz aterrizó en los octavos de final con un espectacular balance de resultados en las eliminatorias anteriores del Abierto de Australia. Se estrenó venciendo por la vía rápida a Richard Gasquet (6-7/5-7, 1-6 y 2-6), superó a Lorenzo Sonego con problemas añadidos (4-6, 7-6/7-3, 3-6 y 6-7/3-7) y dejó atrás los dieciseisavos sin prácticamente tener que sudar porque Juncheng Shang se retiró cuando el partido estaba ya prácticamente resuelto (iba 1-6, 1-6 y 0-1).
Para el envite contra Miomir Kecmanovic, en esa misma línea, partía de nuevo como claro favorito. Aun así, se encontró con algo de oposición, lo cual no sorprende a estas altura de la competición. Cualquier jugador se crecería si tuviera la oportunidad de medirse al segundo del mundo y el premio por ganar fuese el billete a cuartos. Y eso fue lo que le ocurrió, hasta que se vio sin opciones, al tenista balcánico, quien sólo ha conquistado un título de categoría ATP.
La igualdad se rompió muy pronto, cuando se puso en ventaja por primera vez. Sólo habían transcurrido tres juegos y el murciano ya dominaba en el marcador. La brecha, incluso, tuvo visos de aumentar más adelante, cuando acarició el 2-5 con una bola de break que se le presentó. Aquello no ocurrió, pero daba igual, ya que el serbio estaba obligado a dar un paso adelante que no llegó en ningún momento. Tras unos 40 minutos, se impuso por 4-6.
Por la puerta grande
El guion fue similar en el segundo set, si bien hubo que esperar más para que desapareciera el equilibrio. Con 3-3 en el luminoso, Carlitos se llevó a su terreno tres puntos seguidos e incluso acarició el cuarto, lo que le hubiera permitido ganar antes de lo previsto. Se mantuvo cierta incertidumbre después de que Kecmanovic hiciera los deberes, pero apenas resultó ser un espejismo (4-6). Esto dio pie al paseo triunfal en el tramo decisivo (0-6).
El pupilo de Juan Carlos Ferrero ya tiene rival para cuartos: Alexander Zverev, un test de gran dificultad porque el alemán está en muy buena forma y su tenis cada vez recuerda más al de antaño. Este lunes, sin embargo, tuvo que sudar de lo lindo para derrotar al británico Cameron Norrie y también sufrió mucho en el segundo encuentro, cuando se vio las caras con Lukas Klein (necesitó más de cuatro horas y media), de modo que acumula más fatiga que su oponente.
Las estadísticas del choque están disponibles en Flashscore.