El primer juego del encuentro fue un anticipo de cómo transcurriría el resto del enfrentamiento. Una Paula Badosa rodeada de dudas acerca de su estado físico tras su retirada en Stuttgart, empezó de la peor manera posible, entregando su saque en el primer juego del partido.
Sin embargo, el traspié de la tenista nacida en Nueva York fue un mero espejismo, puesto que protagonizó una manga inicial casi perfecta en la que terminó venciendo por 6-2, con tres roturas de servicio a Jéssica Bouzas. La cosa se enderezaba tras la incertidumbre, pero no estaba todo dicho.
En el segundo set, la gallega se mostró excelsa en el resto, devolviendo sin despeinarse saques de cerca de 190 Km/h. De ese modo, volvió a romper en el primer juego a Badosa, aunque, en este caso, lo que vino después fue mucho más positivo para ella.
Imponiendo un ritmo altísimo, y apoyándose en los continuos errores de Paula, Bouzas llegó a dominar 4-0, pero una tímida respuesta de su rival condujo la definición del set a un 6-3 que no reflejó del todo lo visto sobre la arcilla de la Caja Mágica, y emplazó todo al tercer y definitivo acto.
Batalla final
En la última manga, todo se pareció más a lo que se suele ver en un partido de tenis de alto nivel. Ambas jugadoras defendieron con uñas y dientes sus servicios hasta que, en el sexto juego, Jéssica Bouzas logró romper a Paula Badosa para tratar de encarrilar la victoria.
No significó un punto de inflexión esa rotura, puesto que atrajo de nuevo los fantasmas del servicio hacia las dos tenistas y la gallega concedió el siguiente punto para el 4-3. No redujo el ímpetu de la de Villagarcía de Arosa el golpe y acabó cerrando el triunfo de forma impecable con un nuevo 6-3.
Finalmente, el partido contó con 13 servicios rotos (seis veces a Bouzas y siete a Badosa). Desafortunadamente, quedó la sensación de que Paula sigue arrastrando problemas físicos que le impiden dar el 100%.