De ahí su felicidad por haber podido aguantar y, por supuesto, ganar para seguir avanzando de rondas en un torneo fetiche para él.  

Tras su victoria, a pie de pista, Carlos Alcaraz reconocía las dificultades por las que había pasado ante Struff. "Ha sido para mí increíble jugar a este nivel durante tres horas después de casi un mes sin competición. Difícil gestionar emociones durante el partido. La tensión desde que he entrado en la pista hasta el último punto no se me ha ido. Eso ha causado altibajos en el segundo y tercer set, pero hay que lidiar con este tipo de cosas. Parecía que al final estaba un poco bajo físicamente cuando me ha hecho break, pero súper contento por poder gestionar las emociones y tener otra oportunidad en la siguiente ronda". 

Su brazo derecho no le ha molestado en exceso a pesar de algunos estiramientos que han preocupado a su equipo. "Hay momentos que, inconscientemente, aprietas la derecha, que tengas un poco de duda, pero en general está bien. Intento no pensar en ello. En mi equipo, con el fisio, ha habido algún ataque de pánico por algún estiramiento que he hecho, pero está bien, he acabado de forma súper positiva". 

Son ya 14 victorias consecutivas las que consigue en este torneo del que es el actual campeón y en el que se siente muy a gusto. "Estoy jugando en casa, delante de mi gente. El cariño que recibo aquí es fuera de lo normal. Cuando termina el torneo espero todo el año para venir de la mojar manera posible. Además, es de los pocos torneos donde pueden venir parte de familia y amigos, recibir ese cariño de casa es súper especial. Esta pista me sienta de maravilla y con el cariño del publico, más aún". 

Alcaraz se enfrentará este miércoles en cuartos al ruso Rublev.