El partido, hay que decirlo, no fue fácil para un Alcaraz que aterrizó en Londres hace unos días pensando en aclimatarse para Wimbledon. El español, que cayó en las semis de Roland Garros contra el eterno Novak Djokovic, empezó de mala manera el encuentro, en parte por la positiva gestión de Rinderknech.
El francés, a base de potencia y efectividad, limitó los movimientos de Alcaraz, ocasionando un extraño 4-6 a su favor en el primer set que puso patas arriba los pronósticos. Alcaraz, acostumbrado a lidiar con situaciones de tensión, aprovechó la emotividad de Rinderknech para darle la vuelta a la tortilla en un segundo set muy disputado que se definió por una ruptura.
La agonía, el desgaste y la ansiedad se transformaban poco a poco en factores diferenciales. Alcaraz, pese a exhibir algunas señales de agotamiento, se llevó el segundo set por 7-5 y presionó a Rinderknech con sus habituales servicios, con sus golpes de revés y con su espíritu competitivo.
El final, sin duda, fue más explosivo que el inicio del duelo: Alcaraz consiguió una ajustada victoria a través de un tie-break 7-6 (7-3) y selló su billete para la siguiente ronda de la competición. Allí espera al vencedor de la serie entre Alejandro Davidovich y Lehecka.
Alcaraz pretende mantener un buen ritmo en Queen 's para así recuperar la cima de la ATP. Novak Djokovic, con su victoria en Roma, escaló hacia el podio del ranking. El torneo de Queen 's ofrece 500 puntos que, sin duda, sentarían de maravilla al español de cara al abierto de Wimbledon.