El manacorí, que ha aprendido a escuchar a su cuerpo, no ha podido garantizar si saldrá a la pista para afrontar el encuentro de primera ronda ante el húngaro Martin Fucsovics.
El desgaste en el encuentro de dobles, en el que formando pareja con Alcaraz ha ilusionado a toda España, y parte del mundo, y las mayores opciones que ve en esta modalidad, le ha hecho replantearse qué hacer.
También podría pasar el hecho de que, en caso de ganar en individuales, tendría que enfrentarse en segunda ronda a Djokovic y con menos descanso, pues el serbio ya ha jugado este sábado ante un rival que llevaba dos años sin jugar en singles. Demasiados partidos en muy poco tiempo para su frágil condición física.
Hay que recordar que arrastra una pequeña lesión muscular en su pierna derecha que le ha hecho llevar en los últimos días un aparatoso vendaje.
Nadal no las tiene todas consigo y priorizará según las opciones de éxito que vea. "Voy a hablar con el equipo y voy a tomar la decición que creamos más adecuada como equipo para intentar tener las mejores opciones de llevar medallas a casa (...) No siempre más es más, a veces más es menos, pero no les estoy diciendo que no vaya a jugar para nada"